Para mantener una buena alimentación no hace falta volverse loco comprando o contar las calorías de cada ingrediente que añades al plato. Lo importante es preparar tus recetas con alimentos naturales y lo más frescos posibles y cocinar en casa siempre que sea posible, evitando los precocinados y la comida rápida, que suelen estar cargados de conservantes y azúcares añadidos.
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Saber qué metes en la cesta de la compra ayuda en este proceso y aunque al principio puede resultar un poco abrumados revisar la etiqueta nutricional de tus productos, una vez conozcas cuáles son los más saludables irás a tiro hecho. Además, si tienes claro cuáles son los ingredientes básicos que no pueden faltar en tu despensa el proceso no resulta tan tedioso y se te ocurrirán combinaciones muy nutritivas y saludables de forma más rápida.
De ahí que optar por los superalimentos se haya convertido en una opción cada vez más popular. Este concepto se aplica a muchos ingredientes que conocemos de toda la vida para resaltar la larga lista de propiedades y beneficios por los que vale la pena su ingesta. Tenerlos en la despensa garantiza que cualquiera de tus platos sea nutritivo y que siempre tengas opciones para hacer una receta saludable sin demasiadas complicaciones.
Por ejemplo, uno de estos alimentos es el salmón, que además de estar cargado de omega-3 y ayudar a reducir el colesterol malo, tiene muchos beneficios que conviene saber. Puedes comerlo en su versión ahumada, perfecta para usar en tostadas en un desayuno saludable junto a aguacate o queso fresco, o bien cocinarlo asado o hervido y acompañarlo con verduras variadas. Tampoco falta crudo o flambeado en el sushi o en ensaladas y pokes. Su completo perfil nutricional hace que su ingesta sea muy recomendable:
El consumo regular de salmón puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer gracias a su aporte de grasa saludables (11 gramos por cada 100) contiene omega-3, que se encarga de disminuir la acumulación de placa en las arterias, reduciendo los trigliricéridos y las probabilidades de sufrir arritmias o accidentes cerebrovasculares.
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Otra de lsa razones por las que es bueno consumir salmón es por u elevado aporte de proteínas de alta calidad, fundamentales para el crecimiento y recuperación de la masa muscular, especialmente tras una jornada de deporte. Además su valor proteico hace que sea un alimento altamente saciante, que nos ayudará a mantener el apetito bajo control y cuidar la línea.
Además de proteínas y grasas saludables, el salmón contiene una amplia variedad de minerales como zinc, fósforo, selenio, magnesio, yodo, hierro y calcio.
Los antioxidantes son esenciales para ayudar a combatir el envejecimiento celular que ocasionan los radicales libres en el organismo, responsables de la aparición de enfermedades crónicas y algunos tipos de cáncer, entre otros problemas de salud. Por eso es importante incluir una buena dosis de antioxidantes en nuestra alimentación. El salmón puede ayudar con este objetivo ya que contiene astaxantina, un carotenoide que le da su característico color.
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