Con el verano solemos disfrutar de las vacaciones y el tiempo libre, lo cual suele implicar disfrutar de la gastronomía local, salir a tomar algo y tomar refrescos cada dos por tres para soportar mejor las altas temperaturas. Y, aunque muchos se lamenten pensando que están saltándose la dieta o no están siguiendo una rutina muy saludable, la realidad es todo lo contrario. Mantener unos hábitos flexibles y no seguir unas pautas demasiado restrictivas hará que no caigas en atracones de los que producen efecto rebote.
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Esto no significa que dejes de lado por completo el deporte ni las recetas saludables, que puedes seguir incorporando a tu día a día sin demasiado esfuerzo. En verano, optar por productos frescos y de temporada para elaborar recetas frescas y sencillas es la clave para mantener una buena alimentación con las altas temperaturas. Y a la hora de beber algo entre horas para refrescarte, hay bebidas naturales que son una opción mucho más recomendable que los refrescos azucarados y cargados de conservantes.
Son perfectas para elaborar en pocos minutos y dejar preparadas para tomar cuando te apetezca beber algo frío o tengas antojo de algo dulce. Además de refrescarte, aportan saciedad y ayudan a mantener el hambre bajo control durante el día. Se pueden preparar con multitud de ingredientes, que además se consiguen a muy buen precio en supermercados, herbolarios y tiendas especializadas.
Una de las bebidas frías que más populares se vuelven en verano es la versión 'healthy' de la clásica limonada, a la que no se le añade azúcar para evitar producir picos de glucosa en sangre ni aumentar su aporte calórico. Es una opción muy recomendable para tomar a primera hora en ayunas, antes de desayunar o del primer café del día, para ayudar al organismo a depurar toxinas gracias a su función diurética y a su vez hidratar el cuerpo tras las horas de descanso.
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Para prepararla, basta con añadir el jugo de medio limón (o al gusto si se prefiere con mayor intensidad de sabor) a 250 ml de agua fría o incorporar después un poco de hielo. También se puede añadir un toque de hierbabuena para darle un punto diferente.
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Entre sus beneficios, destaca su efecto diurético y depurativo, que además de ayudar a eliminar las toxinas propias de los excesos, es ideal para combatir la retención de líquido al favorecer la orina. Esto contribuye a reducir la hinchazón corporal y drenar el exceso que tiende a acumularse en piernas y abdomen.
Además, la vitamina C del limón y su poder antioxidante hacen de esta bebida el mejor aliado para cuidar de las defensas en verano y fortalecer el sistema inmunológico. Por otro lado, sus propiedades antioxidantes mejoran la piel y ayudan a combatir el envejecimiento al luchar contra los efectos nocivos de los radicales libres, que producen la aparición de enfermedades crónicas como las cardiovasculares.
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