La costumbre que ayuda a reducir el colesterol y cuidar la salud de las arterias

Nuestro cuerpo necesita el colesterol para que las células puedan llevar a cabo de forma efectiva la síntesis de todas las sustancias que se obtienen mediante la digestión alimenticia, como pueden ser las vitaminas, y otras como las hormonas. Es una sustancia esencial, que por mucho que se demonice en ocasiones por el marketing, debemos tener en nuestro cuerpo, en unos niveles apropiados en los que el HDL (colesterol bueno) logren mantener bajo control el HDL (colesterol malo).

Comprobar si tus niveles de colesterol están bien o si por el contrario pueden llegar a ser un problema para tu salud es algo esencial para no tener accidentes cerebrovasculares y mantener limpias tus arterias. Para ello no hay más que realizarse una analítica de sangre, que a día de hoy sigue siendo la forma más efectiva para detectar este asunto, por lo que conviene no pasar por alto las revisiones médicas.

Y es que el colesterol es un problema silencioso que, aunque puede presentar algunos síntomas como cansancio o entumecimiento en las extremidades, no son lo suficiente determinantes como para diagnosticar con certeza este problema cardiovascular. Por eso, es importante detectarlo cuanto antes para poder tratarlo cuanto antes, ya que la principal forma de cuidar tus niveles LDL es adaptar tu alimentación y hacer deporte habitualmente.

Dejar de lado productos como grasas saturadas, embutidos y carnes rojas, bollería industrial y productos azucarados, lácteos enteros, alcohol y tabaco resulta esencial para mantener el colesterol bajo control, dentro de unos niveles que oscilen entre los 100-129mg/dL. Pero además de esto y de hacer ejercicio y dejar de lado la vida sedentaria, es también crucial para atajar este problema de salud poner en práctica unos hábitos para controlar otra causa determinante en este problema: el estrés.

Y es que, aunque puede parecer algo sin importancia y son muchos los que no prestan suficiente atención a este asunto, el estrés crónico puede aumentar los niveles de colesterol LDL y disminuir los niveles de colesterol HDL, por lo que es importante saber cómo actuar para aliviar este problema y por lo tanto cuidar la salud cardiovascular al mitigar sus efectos en el organismo.

Una de las formas más efectivas de reducir el estrés es poner en práctica técnicas de relajación enfocadas en la respiración, un remedio muy efectivo para las situaciones estresantes del día a día. Este remedio ayuda a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea, por lo que conviene conocer varios tipos para poder aplicar el que más convenga.

Y es que puedes probar respiraciones profundas y contar hasta diez cuando notes que algo te supera y necesitas un alivio más inmediato, o poner en práctica otros que te ayudarán a largo plazo, como la meditación o deportes como yoga y taichí. Incorporar este pequeño gesto a tu día puede ayudar a tu sistema cardiovascular a largo plazo al controlar el estrés por el que pasa nuestro cuerpo y sus efectos.