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Lunes, 26 de diciembre 2022, 00:12
Los diabéticos deben cuidar su alimentación siempre, pero no hay duda que en Navidad son, junto a quienes tienen el colesterol malo alto, los que tienen que más tienen que vigilar lo que comen. Las fechas navideñas son épocas de excesos, comidas y cenas copiosas y a deshoras, con recetas y productos que no tomamos habitualmente y que pueden acabar afectando al organismo si nos pasamos con las cantidades.
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Aunque está claro que hay que disfrutar en la mesa, quienes tienen problemas como la diabetes o el colesterol alto son conscientes que pasarse más de la cuenta puede perjudicar su salud. En el caso de los diabéticos, hay ciertos alimentos que de normal están ya vetados de su dieta, como por ejemplo los alimentos fritos, los ricos en carbohidratos o en grasas saturadas y grasas trans, los productos con alto contenido de sal, los dulces y la bollería y las bebidas azucaradas.
Quienes sufren diabetes deben adaptarse a pequeños hábitos como optar por agua en vez de refrescos y a opciones que no sean azúcar para endulzar su café o infusión. Otro de los importantes detalles de su alimentación es el control de los carbohidratos, ya que el organismo los transforma en glucosa. Es muy importante comprobar el valor nutricional en la etiqueta del producto para comprobar cuántos gramos de estos contienen.
La mayoría de los carbohidratos proviene de los almidones, la leche, las frutas y los dulces. Hay que intentar optar siempre por los carbohidratos complejos, que son aquellos de absorción lenta que el cuerpo va asimilando poco a poco, convirtiendo en glucosa y energía que va consumiendo y que por tanto no generan picos de azúcar en sangre, peligrosos para los diabéticos.
Por eso, uno de los alimentos que hay que vigilar especialmente en las cenas Navideñas es el pan, siempre presente para acompañar los entrantes como embutidos o los principales y las salsas, entre otros. Es muy recomendable que los diabéticos limiten la ingesta de carbohidratos con azúcares agregados o granos refinados, como el pan blanco y el arroz blanco. En su lugar, se puede optar por las versiones integrales o 100% de cereales.
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Eso sí, hay que vigilar siempre las raciones porque con el pan se tiende a comer de más para acompañar la comida. De forma general, es recomendable que los diabéticos coman un máximo de 50 gramos de carbohidratos al día, por lo que aproximadamente son dos porciones de pan diarias.
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