La infusión para adelgazar que elimina toxinas, controla el hambre y deja el vientre plano

Las infusiones para adelgazar son un complemento muy útil para bajar de peso, si eres de los que sigue una buena alimentación y practica deporte regularmente. Sin estos dos hábitos, es imposible perder peso de forma efectiva, por mucho que cualquier producto prometa 'milagros' y resultados exprés.

Cuidar la alimentación y hacer cualquier práctica deportiva que disfrutes es fundamental para bajar de peso y mantener esto a largo palzo ayudará a que los resultados sigan presentes a largo plazo. CUalquier dieta relámpago puede provocar un efecto rebote cuando vuelvas a la normalidad, por lo que lo mejor es hacer que tu día a día se base en hábitos saludables.

Puedes comenzar poco a poco, incorporando recetas sanas y ligeras que te gusten y no te suponga un esfuerzo comer, y adecuando las raciones a lo que realmente necesitas. Y ojo, esto no quiere decir que tengas que quedarte corto y tomar porciones pequeñas, sino que no hay que pasarse hasta llegar a estar hinchado ni tampoco quedarse con hambre. No comer lo mínimo que tu cuerpo necesita puede ocasionar graves problemas de salud y además terminarás picando entre horas y cogiendo calorías extra.

Precisamente para controlar el hambre y sentirte saciado durante el día puedes optar por las infusiones adelgazantes, bebidas naturales con las que complementar tu alimentación y no terminar recurriendo a snacks poco saludables. Puedes hacerlas en casa en menos de cinco minutos y optar por los ingredientes que más te gusten para elaborarlas.

Una de estas bebidas que puedes preparar es la infusión de manzanilla y limón, una combinación simple pero muy efectiva con la que notarás grandes resultados:

Esta infusión te ayudará a controlar la retención de líquido, culpable de que puedas notar un mayor volumen corporal a pesar de seguir una buena alimentación. Al fomentar la orina, drena el exceso de agua y toxinas del organismo y hará que notes unas piernas y vientre más deshinchado.

Una de las grandes propiedades de la manzanilla es su poder digestivo, ayuda a calmar las molestias intestinales y a evitar problemas como el estreñimiento o la acidez. Por eso es bueno tomarla después de las comidas, para beneficiar el tránsito gastrointestinal y mejorar la digestión.

Además de un toque inconfundible de sabor, el limón aporta propiedades antioxidantes a la mezcla que la convierten en una buena opción antiedad ya que combate los efectos de los radicales libres, culpables de la aparición de arrugas y manchas así como del envejecimiento prematuro del organismo.

Hacer la infusión de manzanilla y limón es tan sencillo como poner a hervir 250 ml de agua y añadir la hierba (suelta o en bolsa), junto a un limón cortado a rodajas. Cuando llegue a ebullición, deja reposar un par de minutos y apaga el fuego. Después filtra la bebida y déjala que se enfríe.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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