A veces parece que llevar una rutina saludable es más complicado de lo que realmente es. No se trata de controlar qué comes o cuánto deporte haces al día, si no de mantener una alimentación lo más fresca y natural posible (en la que entran y son recomendables los caprichos puntuales) y hacer ejercicio de dos a tres veces por semana. Además, incluir ciertos complementos naturales como infusiones suponen un empujón extra de beneficios para el organismo.
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No hay que caer en la idea de que las infusiones son productos milagrosos, porque por sí solas no consiguen grandes cambios si no van acompañadas de buenos hábitos de vida. Pero si sí que te cuidas, tomarlas una o dos veces al día hará que notes los resultados de una rutina saludable de forma más evidente.
Por ejemplo, ayudan a drenar y eliminar toxinas, a mejorar la digestión y aportar saciedad, por lo que son buenas aliadas para controlar la figura y no pasarte el día picando entre horas. Pueden tener una larga lista de propiedades en función de los ingredientes con los que las prepares, como por ejemplo la bebida de arándanos y limón, una combinación sumamente antioxidante y quemagrasas que cuida la línea y combate infecciones urinarias.
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Hacerla es muy sencillo: basta con poner a calentar en una olla 250 ml de agua junto a unos 20 gramos de arándanos y el zumo de un limón. Deja que la mezcla emulsione a fuego lento y cuando llegue a ebullición retírala del fuego. Puedes tomarla en cualquier momento del día, aunque es recomendable beberla después de las comidas para mejorar la asimilación de los alimentos y evitar problemas digestivos.
La función diurética de esta infusión hace que sea un remedio natural muy efectivo para combatir la retención de líquido, un problema que ocasiona hinchazón y un aumento de volumen corporal en zonas como la barriga o las piernas. Al estimular la orina, favorece la expulsión de ese líquido acumulado a la vez que depura toxinas y cuida la salud del sistema urinario. Además, los arándanos son especialmente recomendados para aliviar infecciones de orina y problemas en el tracto urinario.
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Por otra parte, tiene efectos saciantes que ayudan a no estar picando entre horas y mantienen el hambre a raya. También tiene propiedades digestivas que evitan problemas tras comer o cenar, como la hinchazón, acidez o pesadez estomacal, a la vez que estimula los movimientos intestinales para combatir el estreñimiento. Por su parte, el limón ejerce una función quemagrasas al estimular la asimilación de los alimentos y favorecer que el organismo consuma cuanto antes sus calorías en lugar de almacenarlas.
Las propiedades antioxidantes del limón y los arándanos se complementan y ayudan a combatir los efectos de los radicales libres, culpables del envejecimiento del organismo y de la aparición de enfermedades crónicas y problemas cardiovasculares. Beber esta infusión es un buen remedio natural para mitigar la aparición de manchas en la dermis y líneas de expresión, que contribuye a tener una piel más luminosa, hidratada y flexible.
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