Conocer las propiedades de los alimentos que incorporas a la cesta de la compra ayuda a que puedas preparar unas recetas más completas y nutritivas y también a elaborar un planning nutricional en el que no te falte de nada. Para ello es fundamental que en tus comidas no falten proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables, así como vitaminas y minerales que garanticen el óptimo funcionamiento del organismo.
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Por eso hay un grupo de alimentos, conocidos como 'superfoods', que se han hecho muy populares gracias a la gran cantidad de beneficios que tienen, que hacen que cada plato sea mucho más saludable y rico a nivel nutricional. Son productos que puedes encontrar sin problema en supermercados y herbolarios y hay de todo tipo, tanto dulces como salados, por lo que aportan una gran versatilidad en la cocina.
Uno de estos superalimentos es el kale, parte de la familia del brócoli, la coliflor y los repollitos de Bruselas, y que también suele conocerse como col rizada o berza. Puedes incorporarlo a purés y cremas, pero también a bowls de arroz o platos de pasta, así como acompañamiento a carnes y pescados o en un salteado de verduras. Para su consumo, se recomienda tomarlo fresco o al vapor, para poder mantener así todos los nutrientes.
El kale es un superalimento perfecto para recargar pilas porque aporta mucha energía, gracias a su multitud de nutrientes, vitaminas y minerales como potasio, hierro o fósforo, esenciales para fortalecer huesos y el buen funcionamiento del sistema muscular. De hecho, esta verdura es uno de los alimentos indispensables en la dieta de vegetarianos y veganos porque es una fuente importante de hierro, necesario para el correcto funcionamiento del organismo y por supuesto, evitar la anemia. También cuenta con vitamina K en grandes cantidades, esencial para la coagulación de la sangre y mejorar el estado de los huesos.
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Como prácticamente todas las verduras, es un alimento ideal para dietas de adelgazamiento o para quienes simplemente buscan mantener la línea y cuidar su forma física. Al estar constituido, en un alto porcentaje, de agua, aporta saciedad sin casi calorías. En concreto, 100 gramos de kale aportan al organismo 84 gramos de agua y tan sólo 49 calorías, por lo que es perfecto para bajar peso y evitar tener hambre entre horas.
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Otro de los puntos fuertes del kale es que tiene altas cantidades de vitamina C, por lo que fortalece las defensas y además es un buen antioxidante que combate los radicales libres, responsables del envejecimiento celular, disminuye arrugas, manchas y síntomas de envejecimiento cutáneo.
La cosa no queda ahí porque el kale es también es una buena fuente de fibra, tiene hasta 3 gramos por cada 100, por lo que además de aportar saciedad y ayudar a regular el azúcar en sangre, es muy buena opción para regular el tránsito intestinal y combatir el estreñimiento.
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