El poderoso superalimento que ayuda a cicatrizar y evita la tos y el dolor de garganta

La rutina actual nos pone muy difícil poder mantener una dieta saludable, en especial para quienes por motivos laborales tienen que comer fuera de casa todos los días. Tenemos poco tiempo y cuesta sacar un rato para poder ponernos a cocinar recetas beneficiosas para nuestro organismo, por lo que acabamos recurriendo a la comida rápida o a preparados con pocos nutrientes. Por eso es especialmente útil recurrir a 'trucos' que nos garanticen una buena alimentación sin tener que pasar horas y horas en los fogones.

Es aquí donde entran en juego los superalimentos, un gran aliado para nuestro organismo por los múltiples nutrientes y beneficios que nos aportan, y lo mejor de todo es que no nos restan tiempo. La clave está en ir añadiéndolos a nuestra dieta diaria, incluyéndolos en platos o recetas que tomamos habitualmente como un ingrediente más. Además hay uno prácticamente para todo el mundo, según el objetivo que queramos conseguir: por ejemplo, los dátiles mejoran la concentración, las nueces reducen el colesterol y otros muchos productos son más que recomendables para diabéticos.

Uno de los ingredientes que si no tomas ya, deberías empezar a incluir en tu día a día es la miel. Empleada durante años como un remedio casero para muchos males, como la irritación de garganta o quemaduras y falta de hidratación en la piel, este producto cuenta con multitud de propiedades que la convierten en un alimento fundamental en cualquier despensa:

En una cucharada de miel encontramos fructosa, glucosa, maltosa y sacarosa, una buena combinación de nutrientes que también va acompañada de vitaminas (C, B1, B2, B3, B5) y minerales como el calcio, fósforo, magnesio, silicio, hierro, yodo, zinc, oro y plata.

Seguramente lo hayas escuchado alguna vez, ya que la miel es el remedio casero más popular y eficaz para evitar la molesta tos y el dolor de garganta. Es recomendable añadirla a bebidas calientes como tés, infusiones o leche y también puedes optar por añadirle canela para combatir mejor los síntomas del resfriado.

La miel es un sustituto ideal del azúcar refinado, pero que sus componentes sean mejores que los de otros edulcorantes no significa que no tengamos que ir con cuidado con su ingesta, ya que también produce un aumento de la glucosa en sangre. De heco, la miel es más dulce que el azúcar granulado, por lo que para endulzar bastará con una cantidad menor que la que usaríamos con este ingrediente. Mientras que el azúcar contiene un 100% de sacarosa, la miel tiene un 80% de azúcares, de los que un 60% es fructosa y glucosa y un 5% sacarosa.

Su contenido en antioxidantes la convierte en un aliado perfecto para luchar contra las enfermedades cardíacas. Además, la miel de las abejas puras tiene un efecto calmante sobre los vasos sanguíneos que ayuda a reducir la presión arterial.

La miel reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca y también disminuye el colesterol LDL, conocido como 'malo'. Así, reduce la acumulación de grasa en las arterias, que puede provocar ataques cardíacos.

Se ha convertido en un ingrediente que no falta en muchas cremas o mascarillas para hidratar el pelo y la piel, gracias a su poder hidratante. Además. la miel es usada tradicionalmente para ayudar la cicatrización de heridas y quemaduras, por su capacidad para regenerar el tejido.

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