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Un ladrón ermitaño con barba poblada y nariz pronunciada perturba la quietud de los lugareños. La operación de búsqueda y captura del 'Rambo de Requena' y la crisis del coronavirus han centrado esta semana el interés y la preocupación de los cerca de 4.000 habitantes que suman seis pueblos de la comarca de los Serranos. Los vecinos de Chelva, La Yesa, Higueruelas, Alpuente, Andilla y Titaguas nunca habían visto un operativo policial tan grande en las aldeas, caminos y montes cercanos a sus casas.
Tampoco imaginaban que sus tranquilos pueblos se convertirían en el foco informativo por las fechorías de un delincuente armado con una escopeta recortada, ni que el Grupo de Acción Rápida (GAR), una unidad de la Guardia Civil especializada en misiones de alto riesgo, peinaría las montañas de la zona con el apoyo de drones, un helicóptero y perros adiestrados para rastrear.
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Es un hombre tosco, solitario, desconfiado y violento, torpe para conducir vehículos y hábil en el manejo de armas de fuego y la manipulación de cartuchos.
Tiene entre 35 y 40 años, pelo moreno, es de complexión delgada, mide entre 1,70 y 1,80 de estatura y llevaba barba poblada el pasado lunes cuando robó un todoterreno en Chelva. La Guardia Civil sospecha que el individuo podría sufrir una enfermedad mental, aunque no se medicaría. El ladrón habla castellano sin ningún acento especial y es conocido como el 'Rambo de Requena', porque los primeros delitos los cometió en este municipio a finales de febrero.
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La sucesión de delitos cometidos por este peculiar ladrón comenzó el pasado 28 de febrero, cuando robó en pocas horas una furgoneta Citroën C5, una grúa y un Ford Tourneo.
El individuo demostró ese día su torpeza al volante al sufrir dos accidentes en la carretera que une la pedanía de Los Isidros y el municipio de Utiel. Dejó sus huellas en los tres vehículos tras abandonarlos y continuó la huida campo a través. Conoce bien, al parecer, las carreteras y sendas de la comarca de la Plana de Utiel-Requena, ya que consiguió eludir dos veces el cerco policial que montó la Guardia Civil para capturarlo.
El ladrón de la serranía roba un vehículo cuando se queda sin comida para trasladarse a una aldea o pueblo cercano y se oculta en el monte, casas abandonadas y chalés, donde se aprovisiona de víveres. El delincuente no suele hacer daño a sus víctimas, aunque las amenaza con la escopeta recortada, y solo dispara si el robo se complica porque el lugareño ofrece resistencia o se niega a darle la llave del coche.
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Pero sabe que sus disparos no matan. El 'Rambo de Requena' carga su arma con cartuchos de fogueo, como los que utilizan en las fiestas de Moros y Cristianos. Cuando cometió los primeros robos vestía ropa militar de camuflaje, pero el pasado lunes llevaba una blusa blanca de mujer y un pantalón oscuro, ropa que podría haber robado en una casa en el término de Chelva.
Un vecino de la aldea de Ahillas denunció la semana pasada un robo en su segunda residencia, aunque cuando llamó a la Guardia Civil aún no sabía que el individuo que había forzado la puerta de su garaje era el delincuente más buscado en las comarcas de la Plana de Utiel-Requena y la Hoya de Buñol.
El ladrón estuvo viviendo varios días en la casa, utilizó el horno para cocinar bizcochos, vio la televisión, rebuscó en los armarios y durmió en una cama con sábanas limpias. «Ha dejado la casa hecha un asco. Buen cocinero parece que no es porque los bizcochos estaban quemados. Comió macarrones, alubias y arroz, bebió cerveza y ha dejado la despensa vacía», se queja Isabel Cervera.
«Se ha llevado las latas de conservas y el bote de ColaCao. He tenido que lavar el edredón, las sábanas y toda la ropa que tocó por si estaba infectado de coronavirus», añade la mujer con el ceño fruncido. El delincuente entró en otra casa de la pedanía tras forzar una ventana y también robó latas de comida.
Dos días después de la desagradable sorpresa que se llevaron Isabel y su marido, el ladrón de la serranía disparó con su escopeta al bodeguero Juanjo Martínez para robarle el Land Rover Discovery. La víctima salió indemne pese a que recibió dos disparos a corta distancia cuando se enfrentó al hombre con barba poblada y nariz pronunciada que había sorprendido dentro de su vehículo.
Pocos minutos después, el 'Rambo de Requena' sufrió otro accidente cuando huía con el todoterreno a más de 100 kilómetros por hora. Tras salirse de la carretera, el Land Rover chocó contra un almendro y volcó. La Guardia Civil halló un petate con varias latas y medicamentos dentro del todoterreno. La ausencia de sangre indica que el delincuente no habría sufrido lesiones graves y huyó otra vez al monte. Desde entonces, las tierras que surcan los ríos Chelva y Turia ya no son tan tranquilas. Los lugareños salen menos de sus casas.
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Equipo de Pantallas, Leticia Aróstegui, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández y Mikel Labastida
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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