En Heaven, la fiesta empezaba cuando terminaba en todas las demás. O en casi todas. Parecía adecuado, por tanto, finalizar esta serie de reportajes sobre la Ruta Destroy con la sala en la que miles de personas daban el fin de semana por concluido. El ... que para muchos fue el primer 'after' de Valencia y uno de los primeros de España sigue activo hoy día, aunque ha cambiado de nombre. Ahora es She, pero desde fuera es fácilmente identificable: a miles de 'ruteros' les costará olvidar los cilindros que conformaban una sala pequeña en tamaño pero grande en mitología.
De hecho, se venden muchos artículos de promoción comercial con el logo de Heaven en ellos, y son muy apreciados por quienes acudían a la sala a las 6 de la mañana de los domingos. Aunque no es la única discoteca que abría a esa hora, en esa suerte de fiesta interminable que las propias salas fueron organizando para que la música no dejara de sonar en todo el fin de semana, sí era especial porque únicamente lo hacía los domingos. Además, Heaven no inventó el fenómeno del 'parkineo', esa fiesta en el aparcamiento que fue el germen del actual botellón, pero sí fue una ferviente acólita de esta modalidad de fiesta.
La localización de Heaven, que sigue abierta hoy en día (en fin de exámenes, en graduaciones o en fechas señaladas se llena de jóvenes que llegan en autobús desde Valencia), facilitaba y mucho el acceso. Heaven está en la misma CV-500, aunque a su paso por el Perellonet, que atraviesa, se llama avenida de las Gaviotas. Además, está relativamente lejos de las urbanizaciones y los bloques de apartamentos, aunque es fácil llegar a ellos caminando. Por otra parte, en esta manifestación cultural que, de una u otra manera, era la Ruta Destroy, el sonido jugaba un papel importante. Vaya si lo jugaba.
Dicen quienes pisaron aquella sala que pasaba algo parecido a lo que ocurría en Spook o The Face. Entrar en ella era acceder a un mundo distinto, donde la música resonaba tanto que parecía venir de todas partes. Un sonido brutal dentro y más apagado fuera: se escuchaba sin problemas desde el aparcamiento, pero no con la fuerza del interior. Eso permitía que la fiesta también se viviera fuera, como pasaba en N. O. D., pero de una forma singular. El entorno de la Albufera, sobre la que los amaneceres siempre son especiales, sumaba más atractivo al momento.
Heaven abrió en 1991. Fue de las últimas en abrir, como luego haría los fines de semana, y ella cierra esta serie de reportajes. La Ruta, como fenómeno cultural que ha desarrollado una manera valenciana de ver la fiesta, pasaba por nueve discotecas singulares cuyos nombres ya son casi míticos.