La Mare de Déu ha vuelto a la planta noble del Ayuntamiento. La talla que pagaron los funcionarios tras la Guerra Civil y que había estado colocada junto al refugio ha sido reubicada por operarios municipales junto a la entrada a la sala de juntas, en el primer piso.
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Instantes después de que María José Catalá asumiera la vara de mando, la talla ha vuelto a la planta noble, como había prometido. La Virgen había estado colocada en uno de los pasillos cercanos hasta que Catalá fue nombrada primera edil, momento en que fue colocada en la planta noble.
La imagen es la que pagaron los funcionarios del Ayuntamiento tras la Guerra Civil, después de que el alcalde republicano, José Cano Coloma, la escondiera en el Consistorio, emparedada cerca del hemiciclo, para salvarla de los milicianos que prendieron fuego a la Basílica el 21 de julio de 1936.
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La Virgen estaba reubicada en el hall que da acceso a la sala de exposiciones del Ayuntamiento y al refugio de la Guerra Civil y se podía visitar entrando por la calle Arzobispo Mayoral, en la parte posterior a la entrada principal.
No sólo ha vuelto a la planta noble, sino que se ha colocado en una zona delibre acceso, muy visible, al lado del balcón municipal. Antes estaba en el pasillo de acceso al Museo Histórico.
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