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La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y el portavoz municipal de Vox, Juanma Badenas, se han reunido este martes para acercar posturas entre ambas formaciones con la votación de las ordenanzas fiscales que se llevará a cabo este miércoles a la vuelta de ... la esquina. La reunión ha servido para aplacar los ánimos tras las últimas decisiones de Vox, que ha votado en contra de nombramientos del PP tanto en la EMT como en AUMSA, y con el posible pacto de gobierno para dotar a Catalá de una mayoría firme de 17 concejales en el horizonte.
El encuentro, al que también ha acudido el presidente provincial de Vox, Ignacio Gil-Lázaro, se ha desarrollado en buena sintonía, según ha podido saber este diario. Aunque es una primera toma de contacto, es un paso hacia un acuerdo definitivo que, eso sí, está lejos. Vox exige entrar en el gobierno municipal, algo a lo que hasta el momento Catalá se ha negado.
De cualquier forma, tras esta reunión, está por ver qué votará Vox este miércoles, cuando tenga que decidir si apoya o no las modificaciones en las ordenanzas fiscales que se votarán en la comisión de Hacienda de este miércoles. Un voto a favor es una declaración de intenciones. Los cambios que propone Catalá supondrán que hasta 400.000 valencianos se ahorrarán 70 euros en el Impuesto de Bienes Inmuebles, además de plantear exenciones masivas en la plusvalía o en el impuesto de sucesiones, así como en la tasa por transacción de comercios en funcionamiento. «Si no quieren nuestra participación en la gobernabilidad, no tendrán nuestros votos», dijo Badenas la semana pasada. Después llegaron las dos votaciones en contra. Una torpedeó el nombramiento de dos nuevos altos cargos en la EMT y la otra estuvo a punto de conseguirlo en AUMSA. Ahora, tras la reunión de este martes, parece que se han limado asperezas.
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Lola Soriano Pons
Si las ordenanzas fiscales no se aprueban en la comisión de Hacienda, el PP podría volver a llevarlas al pleno del día 24, lo que daría seis jornadas más de negociación. Sería una prórroga que permitiría a PP y Vox seguir con las conversaciones y así salvar la primera bola de set de la alcaldesa en el Hemiciclo, dado que ni PSPV ni Compromís se plantean siquiera abstenerse en la votación de las ordenanzas fiscales.
Sea como fuere, lo cierto es que la reunión de este martes busca mejorar la relación entre PP y Vox, a quien Catalá designó como socio preferente en verano. Les dio, de hecho, todas las dedicaciones exclusivas, lo que la oposición empleó para decir que el PP compraba así los votos de la formación de Badenas. Vox se desmarcó rápidamente al pasar dos de sus ediles a dedicación parcial y asegurar que su voto «no se compra».
Con estos mimbres se ha llegado a la reunión de este martes, que parece haber calmado las aguas entre ambas formaciones. A nadie se le escapa, y por supuesto no se le escapa ni a Catalá ni a Badenas, que la aprobación del presupuesto está a la vuelta de la esquina. Las negociaciones, que la alcaldesa tiene en mente trabar con todos los partidos con representación municipal, empezarán en noviembre, y ahí el PP sabe que tendría mucho ganado si cuenta con el apoyo de Badenas, que por ahora, al menos públicamente, lo supedita a una entrada como concejales de gobierno a la que Catalá se resiste.
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