Ribó desoye a las Fallas y hará en abril su experimento de los cuatro días laborales

Con esto último desoye a la Interagrupación de Fallas, cuyo presidente, Guillermo Serrano, había pedido que el traslado se realizara al 17 de marzo, viernes, con el fin de mejorar la conciliación laboral de los falleros con la fiesta y de los propios vecinos.

Pero la solicitud ha caído en saco roto en favor de realizar un experimento acerca de cuatro semanas seguidas con cuatro días laborales cada una de ellas. Una prueba falsa dado que para ello se utilizará otros tantos festivos que caen en lunes, como son el 10, 17, 24 de abril y 1 de mayo.

Las Naves pilotará el experimento, tal y como recordó el propio Ribó en el pasado debate del Estado de la Ciudad, al indicar que será un «innovador ensayo sobre la jornada laboral de cuatro días semanales que se pilotará desde Las Naves».

Antes de eso se ha reunido con sindicatos y organizaciones empresariales. Los comerciantes del centro histórico se mostraron favorables a la petición del colectivo fallero, mientras que la Unión de Consumidores la vio «poco real» al tratarse de cuatro días festivos. Sea como sea, el primer edil habló de «implementar una experiencia innovadora de jornada de cuatro días laborales a la semana durante un mes en nuestra ciudad. Esta iniciativa nos permitirá comprobar indicadores de bienestar, ocio, consumo energético, movilidad o productividad entre la población. Valencia se ubica en la vanguardia de las ciudades innovadoras y se suma a otros países europeos».

La medida que se aprobará en la comisión de Bienestar Social y que irá al pleno de este mes ha sido promovida curiosamente por la concejalía de Cultura Festiva, que se encarga también de la gestión de las Fallas. En el Ayuntamiento ha encontrado críticas en la oposición, en concreto en el grupo popular.

La portavoz de esta formación, María José Catalá, lamentó que Ribó apruebe esta medida sin consensuarla con los sectores implicados que abogaron por otra opción «mejor desde el punto de vista laboral como de la conciliación familiar. Como siempre, el señor Ribó va por libre y sin consensuar medidas que afectan a la vida de toda la ciudad».

Rechazó que este «movimiento táctico» de mover un festivo a un lunes sea una prueba real de la jornada laboral de 4 días: «Hay que explicar que abril ya tiene 3 lunes festivos, y el señor Ribó solo hace que mover otro. Cambiar un día festivo no es implantar en Valencia la jornada de cuatro días, es trilerismo mediático a puertas de las elecciones», dijo.