ÁLEX SERRANO
VALENCIA.
Lunes, 18 de noviembre 2019, 00:25
Cuando estalló el caso del fraude de la EMT, el equipo de Gobierno se afanó en explicar que la directiva despedida se había saltado todos los protocolos marcados, lo que había permitido la estafa. De hecho, explicaron que en 2017 se habían cambiado estos procedimientos para que todos los pagos se hicieran por transferencia que necesitaba la doble firma mancomunada del gerente, Josep Enric García Alemany, y de la jefa del área de Gestión, María Rayón. Pero lo cierto es que esto no es así. Ya se sabe que hay varios pagos al mes, como el de las nóminas, que se hacen mediante una transferencia ordenada por correo electrónico, como las efectuadas durante el fraude, pero es que ahora se conoce que 31 de las facturas emitidas al secretario del consejo de administración de la EMT, Josep Enric García Alemany, se cobraron mediante giro bancario después del cambio de protocolos efectuado por Compromís en 2017.
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Entre 2018 y 2019, Salvador Tarín cobró al menos en 31 ocasiones mediante giro bancario, una forma de pago que suele incluir un cheque que, como indica un informe de tesorería realizado por Rayón en octubre de este año y que pretendía poner en negro sobre blanco cómo funciona la empresa, causaba muchos problemas. «Los proveedores realizaban un cargo en nuestras cuentas y nosotros, a posteriori, teníamos que realizar el cuadre de esos cargos con facturas y comprobar si estaban validadas», explica el documento, que añade que el resultado era «que en muchas ocasiones el cargo no era correcto, bien por importe o bien porque no habíamos dado conformidad a la factura asociada, y no podía retrocederse por plazo, con lo que dependíamos de la 'buena fe' del proveedor para que nos devolviera el dinero o ajustara la factura al importe correcto».
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«Esta situación generaba una inseguridad notoria dado que el control se realizaba a posteriori y no permitía prever control de saldo con lo que, tras la jubilación del anterior director financiero, se notifica a los proveedores el cambio de forma de pago a transferencia y se pone en marcha en 2017», señala el informe, que añade que se decidió poner en marcha la transferencia con doble firma mancomunada como única forma de pago porque «es la única que permite hacer trazabilidad de todos los pagos, es decir, cada importe se puede seguir desde el contrato que genera la obligación de pago hasta su apunte en la contabilidad de la empresa y movimiento en la cuenta».
Sin embargo, lo cierto es que Martínez Tarín ha cobrado más de tres decenas de veces mediante giro bancario. Incluso en 2019, cuando se añadió la transferencia como forma de pago además del giro bancario, Martínez Tarín decidió cobrar alguna de estas facturas por este método, muy criticada por la empresa.
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