Bordalás se cansa de la inacción de Meriton y se desmarca del mercado

El mercado de invierno llega a su ecuador con un saldo para el Valencia de tres salidas (Rivero, Jason y Piccini), una más que puede convertirse en culebrón (Wass), varias en la recámara (Vallejo y Blanco) y cero llegadas. Algo que ha terminado con la paciencia de José Bordalás, que mañana volverá a contestar preguntas en la previa del partido copero contra el Atlético Baleares. Pese al dinero de CVC el mercado invernal, de momento, se parece demasiado al de 2021, donde Javi Gracia no vio llegar a nadie nuevo a Paterna hasta que en las últimas horas se activaron, de tacada, las incorporaciones de Ferro, Cutrone y Oliva. Ninguno de los tres acabó cuajando. Tras el último cónclave en Paterna entre Murthy, Bordalás y Corona (de la tan aireada reunión telemática pendiente con Peter Lim ya no se ha vuelto a saber nada) la única novedad es que Piccini se despidió ayer de sus compañeros en Paterna, vació su taquilla, firmó la rescisión de su contrato con el Valencia y firmará hasta 2024 con el Estrella Roja.

Ayer, el que se reunió con la cúpula del club fue el agente de Bordalás, Vicente Forés. El técnico se ha cansado de la inacción de Meriton, puesto que en la última reunión telemática con Lim, en octubre, ya le insistió al máximo accionista en la urgencia de ficharcomo mínimo un central y un mediocentro. Tras esa reunión, en varias ocasiones Bordalás dejó claro que Lim estaba de acuerdo. Es hombre de fútbol y siempre quiso que ese mensaje quedara claro. Para el partido ante el Sevilla, del 19 de enero en Mestalla, ya quería tener, al menos, algún fichaje. Sabedor de que no va a ser así y de que todos los nombres que ha puesto encima de la mesa los ha tumbado Meriton porque no está dispuesto a pagar, un mercado más, traspasos ha decidido, como informó Radio Valencia, desmarcarse del mercado.

El club tiene, en números redondos, 10 millones de euros de margen para invertir antes del 30 de junio en refuerzos, renovaciones (Soler y Gayà esperan) o ejecutando las opciones de compra de Alderete o Hugo Duro. En la búsqueda de central, los de Mestalla ya saben que el Osasuna sólo negociará por Aridane una venta o una cesión con opción de compra obligatoria. Algo que, como en tantas ocasiones pretéritas, no tiene el visto bueno de Meriton. Ya pasó con el interés por Diawara o Wakaso. Álvaro González, del Marsella, sigue siendo la opción más viable pero el Girondins está al acecho. A la paciencia de Bordalás le quedan dos semanas, aunque ya ha dado el primer paso para centrarse en el trabajo del día a día y, como suele decirse, no crearse más 'mala sangre'.

El último episodio que le tiene a Bordalás con la mosca detrás de la oreja es el de Wass. El danés sigue tensando la cuerda para marchase al Atlético. Ha cambiado el equipo pero no es una novedad con el internacional. Hace cinco meses hizo lo mismo con el Olympique de Marsella y, a regañadientes, se acabó quedando. Mientras se negoció todo aquello, desapareció por motivos médicos de Paterna unos días. Desde el lunes, la partida volvió a ese punto. Cuando todo parecía encaminado a llegar a un acuerdo, el miércoles el club cerró la puerta de salida. Ayer, sus agentes Luis Alonso y Santi Serra se personaron en el club. Tras una hora de reunión, no pudieron esconder sus caras de decepción. «No hay nada, son cosas privadas», esa fue la contestación a si tienen un acuerdo con el Atlético. La conclusión es que quedan dos semanas para seguir jugando al ajedrez: «Vamos a buscar soluciones para el chico. No nos han emplazado a nada, vamos a buscar soluciones para todos y listo». Simeone, seguirá esperando. Como hizo con Kondogbia, donde Lim convirtió la rotundidad del mensaje del que no iba a salir el francés, como ha sucedido ahora con Wass, en un documento para firmar su venta por 12 millones

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