«Mestalla ha pasado a ser un lugar de más tránsito»

Ramón Gómez es uno de los dueños de la cervecería Erajoma, situada detrás del Hotel Westin. Él y su socio son la segunda generación del negocio que mantuvieron el padre de Ramón y el de su asociado. «Esto estaba abierto, pero cogieron el traspaso en el 1978», explica. Y aunque él nunca pensó que acabaría trabajando en la hostelería, ya lleva veintidós años al frente de la cervecería. Afirma que el trabajo no le ha resultado difícil, porque «no requiere titulación, sino horas de trabajo».

Tras tantos años al frente del local, la mayoría de sus clientes son personas que acuden habitualmente. Declara que conoce incluso a las familias de aquellos que frecuentan la cervecería. «Aquí vienen nietos de clientes a los que he atendido», señala. No obstante, la crisis actual hizo que tuviera que plantearse, en varias ocasiones, cerrar. Observa que ha habido otros sectores, como el ocio nocturno y la pirotecnia, que también han vivido una mala situación pero que no han tenido tanta visibilidad como la hostelería «porque es a los que más se ve», argumenta.

Nota que, desde que su familia se involucró en la cervecería, ha habido una gran evolución de la zona. De ser un barrio apartado de la ciudad, casi un pequeño pueblo en el que tan solo había unas pocas casas, el edificio de Tabacalera y una comisaría de la policía. «Mestalla ha pasado a ser un lugar más de tránsito», destaca. Y, aunque actualmente ya no es posible conocer a todos los vecinos como antes, «ahora esto forma parte de Valencia», concluye.

Quienes pasan el día entre las calles del barrio, como Ramón Gómez, explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Mestalla a través de sus testimonios

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