El pasado y presente del puente de Campanar en ocho diferencias

Hace un siglo Valencia todavía no era la ciudad que conocemos ahora. Por aquel entonces, Campanar aún era una población cercana pero independiente al centro, que a día de hoy sigue guardando su pequeño núcleo primitivo, con el encanto propio de los pueblos.

La zona necesitaba un punto de unión con la ciudad, y por ello en 1931 se toma la decisión de levantar el puente de Campanar, firmado por el ingeniero municipal Arturo Piera. Fue construido entre 1932 y 1937 para comunicar la Avenida de Pérez Galdós con Maestro Rodrigo, atravesando el antiguo cauce del río.

La gran riada del 14 de octubre de 1957 marcó un antes y un después en la construcción, como ocurrió con otros puentes del antiguo cauce, que quedaron totalmente desbordados por el agua y con importantes daños en su estructura. La inundación obligó a tener que reconstruir la obra cuando apenas hacía 20 años de su inauguración. Esto es todo lo que ha cambiado desde entonces:

El puente de Campanar fue uno de los afectados por la riada del 14 de octubre de 1957, que asoló las pasarelas de la ciudad: «Por toda la región, las pérdidas son cuantiosas. Muchos han desaparecido y otros están cortados, sin poder predecir cuánto tiempo y obra se necesitarán para reconstruirlos», narra una crónica de LAS PROVINCIAS de aquel día. Su estructura, de hormigón armado, tuvo que ser reconstruida un año después de la tragedia.

Originalmente, el puente, de 150 metros de largo, contaba con una calzada de tres metros que fue ampliada para dar a una doble vía sin mediana. El tráfico es el principal protagonista de la construcción, de carácter más funcional que estético, en la que también se han dejado dos aceras laterales para el paso de peatones.

Las pilas que sostienen el puente, también de hormigón armado, tampoco son las mismas que se aprecian en la imagen antigua. Tras la reconstrucción se plantearon con una estética acorde a la nueva estructura, visualmente muy distintas a las originales y sin remates redondeados.

En el momento de su construcción, el puente se planteó como una pasarela de unión entre el centro de Valencia y el por entonces todavía poblado de Campanar, que con la expansión de la ciudad ha pasado a ser un barrio más de la misma y no una zona anexa. Actualmente, la función principal del puente es regular el tráfico y facilitar el paso de peatones sobre y hacia el jardín del antiguo cauce.

El Plan Sur trasladó el cauce del antiguo Turia y dejó en su lugar el jardín actual, una gran zona verde en el centro de la ciudad a la que se puede acceder desde el puente a través de las escaleras del puente se aprecia en la imagen.

Otros elementos: además de las escaleras que comunican con el jardín del Turia. También encontramos novedades en el puente con aspectos distintos a su versión original, como las barandillas blancas laterales o las farolas de aluminio.

La zona cuenta desde el 2004 con el centro comercial Campanar, situado en la avenida Tirso de Molina junto al antiguo cauce del Turia, en los solares donde se encontraba el antiguo supermercado Jobac. Actualmente alberga varios establecimientos en sus más de 13.900 metros cuadrados, distribuidos en cuatro alturas, tras acumular diferentes proyectos fallidos.

La zona se ha ido edificando y los alrededores del puente, donde en la imagen antigua apenas aparecen algunas casas construidas del por entonces poblado de Campanar, se han llenado ahora de fincas que comenzaron a proliferar en la década de los ochenta. Por ejemplo, el número 21 de la Avenida Tirso de Molina se construyó en 1982, o el 4 de la Avenida Mestre Rodrigo, de 1986.

Conoce más diferencias entre el pasado y presente de la ciudad: el puente de la Exposición, el puente de Aragón, el pont de Fusta, la plaza del Ayuntamiento, la plaza de Toros , el Mercado de Colón, la porta de la Mar o el puente del Real.