La presión obliga a desalojar la planta de neurología en La Fe y dar la torre al Covid

La presión asistencial por el aumento de enfermos de coronavirus ha forzado a que en La Fe se haya decidido desalojar la quinta planta de la torre E, ocupada por enfermos de neurología, para dedicarla íntegramente a los contagiados de Covid-19.

La decisión de destinar la torre E a los enfermos de Covid se adoptó hace ya semanas, pero también se decidió que se mantuviera la quinta planta para los enfermos que hasta ahora la ocupaban, aseguró ayer Fernando García, el presidente de Sanidad de CSIF.

García indicó que la salida de los pacientes con dolencias neurológicas de la quinta planta de la mencionada torre ha coincidido con los primeros ingresos por Covid en esa zona.

Pero no es La Fe el hospital que más presión asistencial por el coronavirus está sufriendo. Otros como el Peset o el Clínico tienen más problemas de congestión. Por ello la Conselleria de Sanidad ha habilitado el pabellón de la Escuela de Enfermería de la vieja Fe y tiene prevista abrirla mañana, aunque para ello no se vaya a contratar a nadie.

Una actuación de este tipo le valió mil y una críticas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, por el hospital de Ifema.

En un principio había previsto 166 camas, pero la apertura de esta parte del antiguo hospital situado en Campanar no se va a efectuar al 100 % de su capacidad por falta de personal, según reconocieron desde la Conselleria de Sanidad, sino que se realizará por fases.

Para el dirigente de Csif, la reapertura parcial de la Fe de Campanar se va a efectuar con la puesta en marcha de dos salas, «una de 20 camas y otra de 22 camas, 42 en total». Una cifra que supone la cuarta parte de las 166 anunciadas por la Conselleria de Sanidad en un principio.

Para estas dos salas se utilizarán 22 enfermeras y otros 22 técnicas de enfermería, además de celadores «y al menos cinco médicos», indicó Fernando García. «A pesar de que se ponga en marcha este jueves no se prevé que empin a entrar en funcionamiento hasta el lunes», afirmó el dirigente sindical. Desde Sanidad aseguraron que esta misma semana ya entrarán pacientes.

Los sanitarios que acuden a trabajar a estas instalaciones de la vieja Fe es personal contratado exprofeso para el Covid.

Para la Conselleria de Sanidad, el número de camas no es tan exiguo como plantea Csif. Reconoce que la vieja Fe de Campanar no se va a reabrir con las 166 plazas, sino «con un centenar». La causa, la falta de personal, reconocieron las mismas fuentes sanitarias.

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Las instalaciones de la vieja Fe de Campanar se destinan a ingresar a enfermos hospitalizados de Covid que no estén graves y a mayores contagiados procedentes de residencias.

La instalación está pensada para 166 plazas de las que se ocuparán 16 médicos de los cuales cuatro procederán de La Fe y el resto de los diferentes departamentos de salud, 77 enfermeras y otras tantas técnicos auxiliares de enfermería, además de 10 celadores y cuatro auxiliares administrativos.

Pese a que el número de sanitarios no es alto, en Csif consideran que la detracción de personal, en un momento difícil como el actual, se notará en el servicio del que salgan. Tanto Sanidad como otros sindicatos, como el Sindicato de Técnicos de Enfermería, consideran que no tendrá una especial incidencia.

La consellera Barceló también aseguró ayer que en el plan de contingencia contra el Covid incluye de los hospitales privados para tratar a los contagiados. También señaló que las medidas que afectan al personal no entrarán en vigor si no es necesario.