Tabarca, la única isla habitada de la Comunitat Valenciana. LP

Valencianos en la frontera

La Comunitat Valenciana tiene 23.255 kilómetros cuadrados divididos en tres provincias con realidades sociales diversas. LAS PROVINCIAS recorrerá ocho municipios limítrofes para tender puentes

Héctor Esteban

Valencia

Lunes, 9 de enero 2023, 02:04

Aprobada la Constitución Española fue, en su marco, donde la tradición valenciana proveniente del histórico Reino de Valencia se encontró con la concepción moderna del País Valenciano y dio origen a la autonomía valenciana, como integradora de las dos corrientes de opinión que enmarcan todo aquello que es valenciano en un concepto cultural propio en el estricto marco geográfico que alcanza». Este es el segundo párrafo del preámbulo del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, una verdadera declaración de intenciones sobre la debilidad del sentido de pertenencia a un territorio que desde el inicio se alumbró con demasiados cabos sueltos. Ninguna otra autonomía española, excepto las uniprovinciales, toman como referente el nombre de una de ellas para referirse a toda la comunidad y en ningún Estatuto autonómico hay una diversidad de nombres para envolver al territorio. Entre Reino y País se optó por la insipidez de Comunitat.

Publicidad

Los valencianos de la frontera son el mejor ejemplo de una comunidad heterogénea, de un lugar complicado de hilar, donde las señas de identidad en muchos lugares cuentan poco y donde la declaración oficial e institucional no cala. Es necesario tender puentes, en ambas direcciones para tratar de entender la realidad social de todas las zonas. Las leyes y los decretos nunca deben sustentarse en la imposición sino en el debate de la pluralidad. LAS PROVINCIAS, a lo largo de este año 2023, quiere recorrer aquellas fronteras habitadas por valencianos, donde en ocasiones el territorio vecino pesa más que el autóctono.

Noticia Relacionada

El Mojón es una pedanía de Pilar de la Horadada y es el último núcleo habitado de la Comunitat por el sur. Al menos una parte, porque se divide en dos mitades, una alicantina con 391 habitantes y una murciana –depende de San Pedro del Pinatar–, con 300 residentes. Hay una frontera imaginaria que divide la localidad y que ha sido fruto de disputa porque el alcalde de San Pedro intentó mover sin previo aviso la frontera entre las dos autonomías. El munícipe murciano justificó su petición, tumbada por los tribunales, en que en el tratado de Torrellas de 1315 se marcaron incorrectamente los mojones. El alcalde de San Pedro quiso recortar veinte metros de tierra a la Comunitat Valenciana, algo que iba hasta contra la propia Constitución, que estableció las fronteras de la España autonómica.

Un poco más al norte, Tabarca es la isla más grande de la Comunitat y la única habitada. En 2019 contaba con 51 habitantes censados, según el INE y pertenece a la ciudad Alicante con la consideración de partida rural. Uno de los datos más llamativos es que es casi la única zona de la ciudad donde la lengua valenciana es predominante por encima del español. Un puente tendido a través del turismo, porque Tabarca se ha convertido en uno de los destinos preferidos de la Comunitat. El debate abierto es si hay que controlar esa masiva llegada de viajeros, que rondan los 3.000 diarios en agosto.

En Villena está la pedanía de Las Virtudes –más conocida como La Virgen y epicentro de las fiestas de Moros y Cristianos de la localidad–. Las Virtudes está a escasos kilómetros del vértice del triángulo donde convergen la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia y Castilla-La Mancha. Desde ese mojón de piedra, que marca justo la demarcación, también hay que tender puentes. Villena es una de las localidades de frontera más grandes y pobladas de la Comunitat Valenciana.

Publicidad

Ya en la provincia de Valencia, y lindando con Villena, está La Font de la Figuera, paso obligado camino de Almansa. Una localidad fronteriza con Castilla-La Mancha donde el predominio lingüístico es el valenciano y que vivió durante mucho tiempo de la carretera secundaria que atravesaba el pueblo.

El Rincón de Ademuz es la otra 'isla' habitada de la Comunitat Valenciana, con la salvedad de que esta no está rodeada de agua. Una comarca de fronteras independientes, separada de la Comunitat por Santa Cruz de Moya (Cuenca) al sur y Arcos de las Salinas (Teruel) al norte, pero tan valenciana como todas las demás. Y al oeste del oeste está Castellfabib, con 2,93 habitantes por kilómetro cuadrado. Un lugar en el que habrá que testar si hay sentido de pertenencia. Al igual que en Camporrobles, por donde ya no pasa el tren de Cercanías.

Publicidad

Al norte, Castell de Cabres es la población valenciana con menos población: 22 habitantes. Y para terminar, hasta la desembocadura del Sènia, llega Vinaròs, a 379 kilómetros de distancia de Pilar de la Horadada. Un trayecto para tender puentes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad