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El Tossal de Mortórum: un poblado entre la vida y la muerte

El Tossal de Mortórum: un poblado entre la vida y la muerte

Este espacio situado en la Ribera de Cabanes, Torreblanca y Oropesa forma parte de los yacimientos arqueológicos de la Plana de Castelló

Gracia M. Morant

Valencia

Domingo, 26 de mayo 2019, 01:50

¿Cómo se vivía en tierras valencianas hace miles de años? El poblado de la Edad del Bronce-Hierro Antiguo el Tossal de Mortórum es un retrato de lo que antaño pasaba en lo alto de la Plana Alta de Castellón. Este yacimiento, descubierto en 1912 por el burrianense Joaquin Peris, se alza en la cima del tossal a 244 metros sobre el nivel del mar, sobre una gran planta litoral que abarca la Ribera de Cabanes, Torreblanca y Oropesa. Una área geográfica única, conformada por una planicie costera delimitada por sierras, que se convierten en un sistema de defensa natural clave para la atracción del primer asentamiento del que se tiene constancia: el poblado de la Edad de Bronce. Y es que, el periodo acuñado como Bronce Valenciano, se distingue por la inestabilidad y la búsqueda de asentamientos al aire libre, en zonas altas y escarpadas, encastillados en las cimas y fácilmente defendibles. Y así es el Tossal de Mortórum.

Imagen principal - El Tossal de Mortórum: un poblado entre la vida y la muerte
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Este poblado contó con varias fases de ocupación que marcarán su forma y estructura. Las excavaciones realizadas han permitodo conocer que el Tossal Mortórum se habitó ya hace 4.000 años y que su ocupación definitiva finalizaría a mediados del siglo VI a.n.e. (antes de nuestra era). Así, fue durante la última fase de ocupación, cuando se configura el poblado con una estructura más clara. Articulado en dos grandes zonas, la defensiva, situada al norte -posiblemente la zona más accesible y visible- y que corresponde con un potente sistema de protección con una muralla y una posible torre o bastión a la parte superior. Y una segunda zona, situada al sur de la muralla y que está dispuesta alrededor de tres calles entorno a las cuales se distribuyen trece estancias de forma rectangular agrupadas en cuatro manzanas y de las que se puede distinguir su uso como vivienda o zona de almacenaje. La técnica de construcción de estas edificaciones es sencilla con bloques de piedra sin trabajar y un característico mortero amarillo. Por las características constructivas y de uso observadas se desprende que este asentamiento tuvo un periodo de funcionamiento relativamente corto, de entre 50 y 100 años, ya que no se han detectado remodelaciones estructurales que puedan interpretarse como reorganizaciones del espacio o de reparación por deterioro.

Años de ocupación

  • El poblado : ocupado entre el 1950 y el 550 a.n.e.

  • El túmulo funerario : datado entre el 1740 y el 1140 a.n.e.

  • Ocupado por primera vez en la Edad de Bronce. Una fase que finalizó con el abandono del yacimiento probablemente a causa de un incendio.

  • En el período tardío de la Edad de Bronce se ha datado un nuevo asentamiento.

  • La última fase de ocupación sería en la Edad de Hierro, hasta su abandono por un posible incendio. Este asentamiento tuvo un funcionamiento corto, de entre 50 y 100 años.

El túmulo funerario

Pero el yacimiento arqueológico de Cabanes cuenta con un punto de especial interés. El Tossal de Mortórum o «casa del muerto» podría estar referido a los enterramientos que se practicaban en la zona. A unos 250 metros del poblado. En un túmulo funerario que se utilizaba para enterrar a los habitantes de los diferentes asentamientos -datado entre el 1740 y el 1140 a.n.e. (antes de nuestra era). El túmulo era una estructura funeraria formada por una cámara sepulcral central delimitada por grandes losas en vertical. Pese a que la tumba fue expoliada antes de su hallazgo, se pudieron recuperar restos humanos de cinco individuos, aunque las intervenciones arqueológicas realizadas en la zona destacan que se supone que pudieron ser muchos más los depositados. Un hecho que despierte el interés sobre esta estructura es que este tipo de enterramientos no son típicos de la zona, pero sí de otras zonas peninsulares de tradición megalítica.

Visita el yacimiento: ruta arqueológica señalizada

El Tossal del Mortórum se puede visitar a través de una ruta señalizada de dificultad media y unos 90 minutos de duración que se inicia con el ascenso al cerro conocido con el mismo nombre. La primera parte del camino discurre por pista entre cultivos y pinares. A medio camino podemos observar la presencia de un antiguo horno de cal. Posteriormente, la pista se convierte en senda, y tras ascender a lo alto del cerro llegamos al poblado del Mortórum, donde se puede visitar los restos de las viviendas y calles. Desde el poblado continua la senda que conduce hasta el túmulo funerario del Mortórum.

Visita virtual por la historia de Castellón

Este yacimiento se puede visitar a través de la pantalla del ordenador a través de la web Castellón Arqueológico. Una iniciativa que permite conocer 20 yacimientos arqueológicos de la provincia como son el Puig de la Nau de Benicarló, El Puig de la Misericordia de Vinaròs, la Torre Perengil de Vinaròs y Santa Llúcia de Alcalá de Xivert. También los poblados ibéricos del Torrelló del Boverot de Almassora, La Lloma Comuna de Castellfort, Sant Josep de la Vall d'Uxó y Els Estrets de Vilafamés o los cementerios ibéricos como Los Cabañiles de Zucaina y Sant Joaquim de la Manadella de Forcall.

Dentro de la ruta también están yacimientos de gran valor histórico y arqueológico, del siglo VII a.C., como El Tossal del Mortorum de Cabanes, Los Morrones de Cortes de Arenoso o En Balaguer de Portell de Morella. Y también figuran la Torre de Foios de Llucena, Vinamargo de Castellón, Benicató de Nules, Pujolet de Santa de l'Alcora, la Vía Augusta de Benlloch, el Arco de Cabanes y la ciudad romana Lesera de Forcall. Por último, y perteneciente a la Edad del Bronce, se contempla el Tossal de la Vila de la Serra d'En Galceran.

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