El álbum de la infancia de Joan Soldevila

El director de Myr Hoteles es catalán pero lleva muchos años viviendo en Valencia, primero como director del Astoria y ahora al frente de un grupo hotelero valenciano. Nos recibe en la terraza del hotel con un álbum y una conversación llena de recuerdos. «De mi infancia me vienen a la mente los veranos en Sitges, de donde es mi madre. Teníamos una casita en el Vinyet, una zona de grandes casas, muy cerca del gran paseo junto al mar. Mucha de mi familia veraneaba allí y recuerdo que me reencontraba con mis amigos todos los veranos, pasábamos todo el día en al playa».

Su infancia transcurrió en un entorno privilegiado. «Vivíamos en Barcelona, en un ático magnífico en la calle Muntaner, con una gran terraza y unas vistas excelentes. Mi colegio estaba justo enfrente, desde mi casa veía el patio y un árbol que llegaba casi al quinto piso, algo que en una ciudad con tanto asfalto era un privilegio». De esos años recuerda los juegos. «Me encantaban los Madelman y los Lego, tenía montones de cajas que me traía mi padre y jugaba con mis hermanas, Marta y Gemma, en mi habitación, que era la más grande de la casa».

Joan era en único hijo varón y cree que era el ojo derecho de su padre: «Él viajaba mucho y yo sufría por no verlo; cuando volvía a casa nos traía regalos y yo tenía la sensación de ser el preferido por lo que me traía, aunque igual no era más que eso, una sensación».

Su madre se educó en Suiza y hablaba cinco idiomas y su padre era director general de Keytel, una gran central de reservas. «De ahí mi vena hotelera. Además, nos insistieron mucho con los idiomas. Recuerdo que mi mamá sumaba y restaba en suizo alemán y nosotros no entendíamos nada. Cuando se enfadaba también nos reñía en alemán».

Joan reconoce que sus padres eran muy serios, «pero nos sentíamos muy queridos, nunca nos faltó de nada. Recibimos una educación muy buena donde se cuidaban los valores, ir a misa los domingos, ver a mis abuelas. Fui muy feliz durante mis primeros años de vida».