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Isa Camps con su padre, Francisco Camps, camino de la iglesia de San Juan de la Cruz, en Poeta Querol. IVÁN ARLANDIS

Las bodas más espectaculares de 2024 en Valencia

La ciudad se ha convertido en un destino turístico nupcial también para extranjeros, en un momento en que las bodas siguen al alza. En 2024 ha habido casamientos ilustres, como la fallera mayor Carmen Sancho, la hija de Francisco Camps o el concejal Juan Carlos Caballero

Martes, 31 de diciembre 2024, 21:23

Superado el efecto pandemia, que provocó que 2022 se convirtiera en el año con mayor número de bodas en la provincia de Valencia de la ... última década, el calendario ha continuado llenándose de eventos en este 2024 que ahora acaba, donde la sociedad valenciana se ha vestido de largo para celebrar el amor con mayúsculas de parejas de novios que querían compartirlo con sus seres queridos. Y si en 2023 hubo una boda real con la familia Orleans en la Catedral de Valencia, este año fue la sangre azul del empresariado español quien se citó en la iglesia de San Agustín con Natalia Santos Yanes y Esteban Rivas.

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Decenas de curiosos esperaban en la plaza a admirar los estilismos de las invitadas, entre ellas Lydia Bosch, Esther Koplowitz, Margarita Vargas, Genoveva Casanova o Patricia Rato, todas ellas amigas de la madre de la novia, la joyera Cristina Yanes. Hubo mucho glamur en una boda donde la novia vistió de Navascués, donde hubo un aspirante a un trono, Luis Alfonso de Borbón, y una reina de las revistas del corazón, Paloma Cuevas -nos hubiera encantado ver a Luis Miguel-, donde hubo un alcalde, el de Madrid, y un presidente de un equipo de fútbol, Enrique Cerezo. Por algo los padres de los novios están en la élite empresarial, José Luis Santos con los hoteles y Esteban Rivas en el mundo del transporte de viajeros. De hecho, la celebración se trasladó al hotel Las Arenas, propiedad familiar, en un momento en el que Valencia se ha convertido en un destino turístico para celebrar bodas, también internacionales.

Había un sol que abrasaba aquel sábado del mes de junio y un cielo encapotado tres meses más tarde, cuando un italiano hijo de una cargo político en su país, Giovanni Bonavera e Isa Camps, hija a su vez del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, pasaron por el altar acompañados de muchos invitados de la terreta, pero también de decenas de jóvenes llegados de media Europa, que quedaron admirados con los dos escenarios de la boda, desde la Valencia más barroca, la iglesia de San Juan de la Cruz, hasta la más contemporánea, el Palau de les Arts. Cosmopolita también fue el enlace, esta vez civil, de Ismael Zahrawi y Zoe Casey, él hijo de médico y empresaria de origen sirio establecidos en Valencia desde hace décadas y muy bien relacionados, ya que entre sus amigos están, por ejemplo, Hortensia Herrero y Juan Roig.

Se ha convertido octubre en la época preferida para las nupcias. Lo hicieron así Ismael y Zoe, pero también Tomás Tórtola y Carmen Sancho de Rosa, ella fallera mayor de Valencia en 2014 e hija de la presidenta del Ateneo Mercantil, Carmen de Rosa. Hubo ausencias y recuerdos, ya que tanto uno como otro han perdido a uno de sus progenitores, pero ambos se sintieron muy acompañados y queridos en un momento tan especial. Allí estuvieron varias falleras mayores, como Rocío Gil o Claudia Villodre, o uno de sus primos, hijo de Fernando de Rosa, que pasó por el altar dos meses después, que optó por un perfil bajo tras la dana del 29 de octubre.

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El Instituto Nacional de Estadística hablaba de un fenómeno que se ha acentuado en los últimos años, los de las bodas de personas que contraen matrimonio a edad más allá de los cuarenta. Un ejemplo fue el enlace del empresario valenciano Amadeo Salvo con la estilista Pachi Viñoles en Ibiza, en el hotel más lujoso de la isla, en una ceremonia donde hubo mucha presencia valenciana y también mucho glamur, que se alargó durante dos días. También son sinónimo de los nuevos tiempos la normalidad con la que se celebran y se acogen las bodas entre personas del mismo sexo, como ocurrió con la del portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, Juan Carlos Caballero, y Javier Zamora, acompañados en aquel ya lejano mes de septiembre por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, o el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Porque entonces éramos felices y no lo sabíamos.

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