Borrar
Urgente Un accidente en la A-7 provoca varios kilómetros de atascos sentido Alicante
Yasmina Benabdelkrim ha vuelto a su ciudad natal. Damián Torres
Extranjeros en Valencia: Yasmina Benabdelkrim

Extranjeros en Valencia: Yasmina Benabdelkrim

De padre argelino y madre valenciana, Yasmina Benabdelkrim ha vuelto a la ciudad con un proyecto artístico con el que pretende sensibilizar sobre el impacto de los plásticos en el Mediterráneo

ELENA MELÉNDEZ

Domingo, 17 de noviembre 2019, 00:13

Su padre nació en Argelia y durante un viaje por el sur de Francia conoció a su madre junto a la que, después de vivir una temporada en Paris, se instaló en Valencia y tuvo a Yasmina, que desde pequeña fue consciente de la diferencia que había en ella. «Era mi nombre y mi aspecto, en Valencia durante esos años no había tanta apertura mental en lo que a mestizaje se refiere. Nunca me sentí excluida pero en alguna ocasión si que deseé llamarme de otra manera», confiesa. Durante sus años de infancia no tuvo excesiva relación con sus raíces paternas más allá de las visitas a la carnicería halal que hacía con su padre y las clases de árabe que tomó durante un tiempo. Siendo solo una niña supo que quería dedicarse a algo que tuviera que ver con la moda y, por ello, mientras estudiaba bachillerato se matriculó en el Gremio de Sastres y Modistas. «Era el final de los noventa, me apasioné por los desfiles y la alta costura, las revistas publicaban unas fotografías maravillosas con top models increíbles. Estaba fascinada por esta industria, quería lo que deseaba todo el mundo: ser John Galliano».

Perfil

  • Lugar de nacimiento: Valencia, de ascendiente argelina.

  • Años en Valencia: Pasó sus primeros años y volvió hace seis meses.

  • Valencia ahora es: Estar en casa, el sol, las naranjas, las tostadas. Disfrutar y pensar que es posible hacer cualquier cosa desde aquí.

Con diecisiete años decide trasladarse a París para estudiar Diseño de Moda y al poco tiempo empieza a hacer colaboraciones como estilista y a escribir en prensa. Durante esos primeros años se sumerge de lleno en un mundo que le fascina, gracias al cual tiene oportunidad de asistir a desfiles de Dior o Prada y a colaborar con firmas como Diane von Furstenberg. «Me di cuenta de que no quería ser diseñadora, me parecía que era un proceso demasiado largo, con mucha realidad y poca creatividad. Me centré en el estilismo y poco a poco me fui pasando a otros procesos creativos».

Tras siete años en París se marchó a Nueva York con ganas de cambiar de tempo, de bajar el ritmo y conocerse mejor. Allí empezó a pintar, a inventar objetos con pequeñas piezas sin uso y trabajar en sus globos. Un día le contactaron de la firma de moda Acne Studios para que protagonizara, junto a seis mujeres más procedentes del Medio Oriente, una de sus campañas. «Fue una experiencia brutal, las fotos las hizo Paolo Roversi. Me costó asimilar verme a mi misma en carteles por toda la Quinta Avenida».

Tras tres años en Nueva York volvió a Valencia por un tema burocrático. Lo que iban a ser unas semanas se ha alargado de momento hasta los seis meses en los que ha tenido la oportunidad de redescubrir su tierra natal. En este momento la calidad de vida es muy importante para Yasmina, que observa el momento dulce que está viviendo Valencia a nivel cultural, con un núcleo de jóvenes que crea y organiza eventos artísticos. «Es fascinante la vida de barrio, la proximidad, noto mucho apoyo por todas partes. Me voy a quedar una temporada mientras pienso qué voy a hacer. Puede ser que vuelva a irme pero nada va a cambiar el nuevo vínculo que he creado con mi ciudad».

Lugar

  • Barrio En Corts Si Yasmina tiene que elegir algún lugar de Valencia, se decide por el barrio donde tiene el estudio, En Corts. «Me recuerda un poco a Bushwick, el barrio de Brooklyn en el que vivía en Nueva York. He hecho lazos con otras personas y me siento muy arropada». Confiesa que disfruta del trayecto en bici desde la plaza de toros hasta el estudio, que define como «mi exilio y mi lugar de paz».

Para Yasmina lo micro es tan importante como lo macro, por ello está convencida de que una acción, por pequeña de parezca, es tan relevante como el cambio. Esta máxima parece haber cimentado la existencia de la joven artista, que lleva meses practicando como es moverse envuelta en plástico, una alegoría a la que ha dado forma de objeto y de performance. Para ello, el próximo 7 de noviembre inaugurará junto a Arcin Sagdic en la Marina de Valencia un proyecto multidisciplinar llamado Asphyxia, con el que quiere concienciar sobre la degradación del medio natural.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Extranjeros en Valencia: Yasmina Benabdelkrim