Tomás Trenor tiene una magnífica biblioteca que ha ido alimentando con los años. Irene marsilla

En la diana: Tomás Trenor

El cuarto marqués del Turia lleva más de veinte años al frente de la asociación contra el cáncer, una entidad muy vinculada a su familia. El compromiso filantrópico por Valencia heredado por Tomás Trenor se remonta a principios del siglo XX

Martes, 9 de marzo 2021, 20:11

Prefiere el apellido sin tilde, que por algo proviene de un país (Irlanda) y una lengua (el inglés) donde no entienden demasiado de acentos. Así que, Tomás Trenor es fiel a las raíces de aquel antepasado de buena familia que se llamaba como él, que venía de una estirpe de militares que lucharon contra Napoleón en España en la Guerra de Independencia, aunque él decidió establecerse en Valencia y dedicarse a los negocios. Vaya si lo hizo. Importó abono del Perú, exportó pasas de la Marina, compró la Real Fábrica de Sedas de Vinalesa... Se casó y tuvo seis hijos, una estirpe de empresarios, militares, comerciantes y políticos que ha ejercido un papel fundamental en la historia contemporánea de la ciudad y de la provincia.

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Tomás Trenor, cuarto marqués del Turia, siempre ha sentido un compromiso muy grande por preservar la historia de sus antepasados y su vinculación con Valencia. Le encanta bucear en archivos históricos, buscar entre legajos y papeles antiguos, recordar a aquel bisabuelo, el primer marqués del Turia, que impulsó a través del Ateneo Mercantil que entonces presidía la Exposición Regional de 1909 y puso a Valencia en el mapa. O a aquel abuelo que fue alcalde de la ciudad durante tres años, al que no le importó criticar al Gobierno de Franco cuando la ciudad se ahogaba. Hace unos años contaba en LAS PROVINCIAS cómo hizo un discurso en el Ayuntamiento quejándose de la falta de ayudas tras la riada y el gobernador civil, Posada Cacho, prohibió la difusión de aquellas acusaciones. «Pero el Ateneo Mercantil, que presidía Joaquín Maldonado, hizo una tirada del discurso, y LAS PROVINCIAS contó lo que mi abuelo había dicho». La consecuencia fue que el director del periódico y el alcalde fueron cesados.

Abogado de profesión, Tomás Trenor se ha dado a conocer en los últimos veinte años por su vertiente más social como presidente de la Asociación Española contra el Cáncer y patrono de la Fundación IVO (Instituto Valenciano de Oncología), unas instituciones ligadas entre sí que tienen mucho que ver con su historia familiar. «También fue mi abuelo quien empezó la lucha contra una enfermedad que en aquel momento era incurable. La Fundación de la Asociación contra el Cáncer se debe al impulso científico y social del profesor Antonio Llombart, gran catedrático de Anatomía Patológica, y al apoyo que le podía dar mi abuelo como personalidad reconocida. Ambos fundaron la asociación y fueron visionarios a la hora de ver la necesidad de centrarse en esta enfermedad», rememora el actual presidente de la junta de Valencia de la Asociación Española contra el Cáncer.

¿Por qué es noticia?

Tomás Trenor alertó hace unos días de que la pandemia ha retrasado el diagnóstico de muchos pacientes oncológicos y que esa demora ocasiona una mayor mortalidad. Además, presentó una campaña para que haya un acceso equitativo a los programas de prevención y tratamientos.

Todavía recuerda el marqués del Turia cómo de niño «iba con mi abuelo visitando pueblos de la provincia para fomentar la junta, recaudar fondos y reclutar voluntarios. Su primer programa, hacia 1955, fue la asistencia a los enfermos terminales, los cuidados paliativos». Poco más se podía hacer entonces y mucho se ha recorrido en estos años, donde los programas de prevención, los tratamientos individualizados y una investigación constante han permitido avanzar mucho.

2020 no ha sido, sin embargo, un buen año para la lucha contra el cáncer. Durante la primera ola de la pandemia muchas pruebas se retrasaron y, con ellas, el diagnóstico, en una enfermedad donde la detección temprana es clave. Tomás Trenor ha alzado la voz ante esta situación. «Los pacientes con cáncer son los grandes damnificados» de esta crisis sanitaria, explicó hace unos días. En un informe sobre el impacto de la pandemia en pacientes con cáncer alertaban desde la asociación que más de 30.000 valencianos, la mayoría mayores de 60 años, pasan su enfermedad en completa soledad.

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En su etapa más profesional, durante más de veinte años fue director de la asesoría jurídica de la empresa Valenciana de Cementos, para posteriormente ejercer la abogacía en el despacho de Garrigues. Pero, sobre todo, a Tomás Trenor le ha movido el lema que el apellido luce en su escudo de armas: 'Facta, non verba'. «Desde jóvenes se nos transmite en la familia la figura de los antepasados y desarrollar un papel filantrópico por Valencia. Intentamos hacerlo modestamente», explicaba en una entrevista publicada en la revista del Ateneo Mercantil. Quienes le conocen le definen como una persona tremendamente educada pero a la vez muy accesible, siempre dispuesta a echar una mano. Con un conocimiento de Valencia y de su historia muy elevado, aficionado a la fotografía y también a la bici, con la que recorre l'Horta Nord. Y, siempre desde esa discreción que le caracteriza, con la vista puesta en la nobleza obligada de quienes les inculcaron una misión: no deshonrar un apellido ni un título.

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