Josita Boluda empezó a pintar cuando era niña. «Mi madre me animaba siempre, le encantaban mis pinturas y me decía: 'eres una artista'». Las protagonistas de sus cuadros son falleras. Falleras vistas desde atrás, con sus faldas de seda con vuelo llenas de color. «El vestido de valenciana es puro arte y por eso pinto falleras. El colorido, el movimiento de las faldas en los pasacalles a ritmo de música, el volumen y riqueza cromática de la indumentaria».
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La pintura de la hermana pequeña de Vicente Boluda es un reflejo de su vitalidad y fuerza. «Si mis cuadros transmiten alegría de vivir, me alegro porque para mí es un sentimiento intrínsecamente unido a las Fallas, donde el goce de los sentidos es más intenso y ampliamente celebrado y exaltado, por eso empleo colores puros y luminosos».
Josita quiere que sus falleras vibren como una mascletà. «Si fueran música, tendrían el ritmo alegre de un pasodoble». La razón de que las pinte caminando de espaldas tiene que ver con su intención de que reflejen la esencia de las fallas. «No busco sus rostros, busco el alma de la fiesta. Las Fallas son mi tierra, mi vida, el amor a la Virgen, un sentimiento con olores, sabores, risas, corridas de toros, pasacalles; una celebración que culmina con el fuego y las lágrimas y la esperanza de un nuevo año».
La artista ha expuesto en Valencia, Castellón, Sevilla, Madrid, Andorra, Miami y México y está preparando un proyecto fuera de España. «Me voy a llevar a mis falleras muy lejos, pero todavía no puedo anticipar nada».
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