La infusión para adelgazar que estiliza la cintura, desinflama y deja el vientre plano

Las infusiones para adelgazar ayudan a mantener el cuerpo mucho más definido si las combinas con una dieta sana y deporte habitual. Muchas tienen efecto quemagrasas y contribuyen a eliminar kilos de forma más rápida, aunque hay que tener claro que por sí solas no son milagrosas y que siempre deben ser complementarias a unos hábitos de vida saludables.

Tomar infusiones adelgazantes puede ser muy útil, además de para bajar de peso rápido, para acabar con la retención de líquidos. Este problema resulta bastante molesto porque el organismo tiende a acumular agua, que se concentra en zonas como las piernas o el vientre. El resultado es un mayor volumen corporal, pesadez, la aparición de celulitis y falta de firmeza.

Una buena forma de drenar ese exceso son los tés adelgazantes, ya que estimulan la orina y hacen que el organismo se vaya deshinchando y depurando de toxinas. Además de este efecto, todos los tés naturales aportan hidratación al contribuir a llegar a los dos litros diarios necesarios. Esto mejora notablemente las funciones del cuerpo y favorece, entre otras cosas, a una mayor concentración y un mejor estado de la piel. A la vez, aportan saciedad y adelgazan al evitar que pasemos hambre y estemos picando entre horas o comiendo raciones más grandes de lo necesario.

Una de las infusiones que puedes probar es el té de piña y linaza, cuya ingesta a largo plazo deja el vientre plano y ayuda a mantener una cintura más estilizada al deshacerse de los líquidos retenidos, por lo que también reduce la celulitis y adelgaza las piernas.

Esta bebida acelera el metabolismo y favorece la quema de grasas, por lo que evita que se acumulen las calorías en la barriga y deja un vientre más plano y desinflamado, con una cintura visiblemente estilizada. La combinación de estos ingredientes es digestiva y ayuda a evitar molestias después de la comida como acidez, pesadez o dolor estomacal.

Para preparar esta infusión adelgazante hay que cortar tres rodajas de piña y ponerlas a calentar junto a medio litro de agua. Antes de que llegue a ebullición añade una cucharadita de linaza. En cuanto comience a hervir, apagar el fuego y dejar reposar unos cinco minutos antes de colarla.