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Paula moreno
Miércoles, 16 de junio 2021
Alfredo Lacomba es dueño, junto a su mujer, de la joyería Raquel. Abierta hace 24 años, esta joyería y taller de reparación ha notado las ... crisis económicas como muchas otras tiendas del sector. «Lo nuestro es algo superficial, no te hace falta para comer», argumenta. Cuenta que lo que les ha ayudado a mantenerse de momento es el taller, pues les permite ser más rápidos que otros negocios. «Y por eso llevamos ahí tantos años», afirma, sonriendo.
La crisis de 2008 les afectó, y confiesa que no se llegaron a recuperar. «Esto último ha sido el remate final», declara de la recesión económica causada por la covid. Observa que los vecinos salen cada vez menos, y por la tarde apenas hay nadie por la calle a pesar de que hay cuatro colegios por el barrio. «Y con las noticias de que todo va a peor, se retraen más aún», lamenta. Enumera la falta de empleo y seguridad económica como causas de esta situación.
No obstante, esta incertidumbre no ha frenado la actividad comercial en la zona, y siguen abriendo y cerrando nuevos negocios. «Aquí siempre ha habido bofetadas por los bajos», bromea. Incluso en una recesión económica como es la actual no se puede ver un bajo vacío en toda la calle. Alfredo, como todos ellos, espera pacientemente a que los clientes vuelvan a salir. Mientras, solo puede hacer una cosa. «Vamos, poco a poco, aguantando», concluye.
Quién es quién en el barrio de albors
Quienes pasan el día entre las calles del barrio, como Alfredo Lacomba, explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Albors a través de sus testimonios.
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