![Museos en Valencia que se anunciaron pero nunca se construyeron](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201902/25/media/cortadas/museo-indumentaria-kzMF-U70737351398wyF-624x385@Las%20Provincias.jpg)
![Museos en Valencia que se anunciaron pero nunca se construyeron](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201902/25/media/cortadas/museo-indumentaria-kzMF-U70737351398wyF-624x385@Las%20Provincias.jpg)
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La ciudad de Valencia ha vivido en los últimos años una explosión cultural que ha permitido a valencianos y turistas disfrutar de nuevos enclaves artísticos. Desde Bombas Gens hasta el futuro CaixaForum, pasando por la ansiada ampliación del San Pío V. Pero estos sólo son ejemplos de formalización de ver construidas ideas antes vistas en planos. En cajones de diversos despachos quedan guardados y olvidados museos de Valencia como el de la publicidad, el Joaquín Sorolla, un centro Museo de la FIFA e incluso hacer de las naves de Demetrio Ribes un Pompidou en el Parque Central.
Estos proyectos que se anunciaron y no se hicieron realidad forman parte de esta Valencia imaginada en la que se encuentran las 5 grandes avenidas inacabadas en el centro de Valencia, los rascacielos que no se construyeron, el proyecto de situar el aeropuerto de Valencia en la Albufera, la 'ciudad jardín' de la burguesía valenciana que está por acabar, las ubicaciones que se estudiaron para cambiar de lugar la plaza de Toros de Valencia, la zona más codiciada de la antigua ciudad, la Lonja que no se acabó y también el eterno descanso que debió tener Vicente Blasco Ibáñez, así como la gran Basílica a la Virgen de los Desamparados más alta que el Miguelete.
Quizás el proyecto no realizado más famoso de los museos de Valencia es el de la ampliación del IVAM que preveía una gran piel de acero exterior que resguardaba el actual edificio y exteriorizaba una estructura de 30 metros de altura. Una caja de metal que hubiera permitido ampliar las dimensiones del museo valenciano, así como sumar seis nuevas galerías con un presupuesto de obra de más de 45 millones de euros.
En 2019 el IVAM cumple 30 años. El proyecto de recubrir y ampliar el centro de arte preveía que las obras se iniciaran en el último trimestre de 2004 y finalizarlas antes de 2007. Incluso se llegaron a expropiar viviendas en la parte trasera del museo, ubicación en el que está prevista la apertura de un jardín de arte, pero el montante económico al que ascendía la obra hizo imposible que el proyecto continuara sus cauces previstos y con el que fue anunciado. La cubierta fue, incluso, vencedora del León de Oro en Venecia, en 2004, como el más destacado, al igual que recibió el premio Pritzker. El proyecto quedó guardado, sin futuro y olvidado. La crisis 'ayudó' a rematar la visión más internacional del IVAM que idearon los japoneses Kazuyo Seijma y Ryue Nishizaw.
Pero el sueño de hacer más grande el centro de arte del barrio del Carmen no ha sido el único que se ha quedado por hacer. En 2015 el Museo Nacional de Cerámica planteó gestionar La Ceramo de Benicalap para realizar cursos y talleres en el histórico recinto de Valencia. La idea era devolver a La Ceramo el material que le hizo ser parte fundamental de la industria valenciana. La cerámica sería motivo de estudio, conocimiento e incluso otro tipo de actividades como 'workshops' con creadores. Desde este recinto de Benicalap salieron piezas que hoy en día decoran edificios históricos de Valencia como la Estación del Norte, el Mercado Central o el de Colón.
Esta idea de hacer de La Ceramo una sede del González Martí se daba después de que en septiembre de 2014 Ministerio, Generalitat y Ayuntamiento agilizaran los trámites para impulsar la ampliación del museo. La primera vez que se habló de ampliar la pinacoteca que se encuentra en el Palacio Marqués de Dos Aguas fue en 1998. Ni La Ceramo se abrió al González Martí ni el Museo Nacional de Cerámica se amplió con un edificio nuevo próximo.
Joaquín Sorolla tiene un museo en Madrid, pero no en su ciudad natal. Para 'construir' en Valencia un recinto que reconozca y aglutine el trabajo del pintor se han estudiado diversas ubicaciones. Las últimas han sido La Marina, pero antiguamente se llegó a hablar de instalar la pinacoteca en el Centro Cultural Bancaja e incluso el San Pío V y el convento de San Vicente de la Roqueta. Nada. El proyecto se fue dejando pasar, de nuevo sin voluntad de prosperar la idea lanzada, siempre, a bombo y platillo.
30 años esperando que la segunda pinacoteca más importantes de España aumente su espacio disponible. Hasta 2017 se tuvo que esperar para acoger un San Pío V más grande con una ampliación que ha vivido tantos cambios y contraproyectos, casi, como años que ha tardado en hacerse realidad.
Con un coste de 10,8 millones de euros, las tareas de rehabilitación impulsaron desde la construcción de un nuevo acceso por los Jardines de Viveros, a la restauración del edificio claustral y de la estancia conocida como Coloseo -que se ha convertido en la biblioteca-; a la ubicación de nuevos almacenes; la mejora de las instalaciones que ocupará la Academia de Bellas Artes de San Carlos; y la esperada ampliación de la zona expositiva, donde se han creado más salas en las galerías del edificio claustral, en la parte superior de la cúpula y en la primera planta del Patio Vich.
Hace poco tiempo que la primera fase del Parque Central es una realidad. Allí se han restaurado, y en primavera serán un elemento más del nuevo pulmón verde de la ciudad, las naves diseñadas por Demetrio Ribes. Hace 10 años Alfonso Grau anunció, en su etapa de concejal en el Ayuntamiento de Valencia, el plan de abrir en estas instalaciones un 'pequeño Pompidou'. El museo parisino tiene una sede en Málaga y Valencia se ofrecía para acoger una pequeña representación en estos recintos próximos a la Estación Central.
Sin Pompidou y en el Parque Central, la Nave 2 será la sede del nuevo centro de Russafa de la Universidad Popular, con el nombre REU (Ribes Espai Universitat), mientras que la otra se llamará REC (Ribes Espai Cultural) y ha sido concebida como espacio multiuso de carácter cultural, para exposiciones, espectáculos o conferencias.
En estas naves, además del Pompidou se quisó, también, instalar el Museo del Transporte, que tampoco se formalizó.
Campaña de las elecciones generales de 2008. María Teresa Fernández de la Vega anuncia la creación en la Comunitat del Museo del Mediterráneo. Así empezó la idea de dar hueco en Valencia a la tradición marítima, al reconocimiento del mar como parte fundamental de la ciudad. La idea, electoralista, se sustentaba en crear un centro dedicado a la investigación y divulgación de la cultura y de las relaciones entre los países mediterráneo, que iría acompañado un lugar de exposición para nuevos creadores en su experimentación plásticas y estética. De le Vega incluso llegó a adornar la medida con la posibilidad de traer a Valencia los «tesoros mediterráneos» diseminados por el resto de España.
En octubre de 2010 LAS PROVINCIAS recogía el estudio, por parte del Ministerio de Cultura, para adquirir un solar en el paseo de la Malvarrosa para instalar el Museo del Mediterráneo ante el mar. No se avanzó mucho en la idea, aunque sí se llegó a estudiar varias la ubicación del paseo marítimo al interior del Puerto. Si bien es cierto, el proyecto fue muriendo en el olvido, al igual que ha acabado ocurriendo con tantas otras ideas artísticas.
Tras casi una década sin novedades destacables en el proyecto que debía empezar a contar con presupuesto del Estado en 2010, ha sido en la presente legislatura cuando se ha detallado un proyecto similar en la ciudad de Valencia pero que, a día de hoy, sigue sin prosperar.
Las tres administraciones valencianas, Ayuntamiento, Diputación y Generalitat, estaban detrás de abrir en la ciudad el Museu del Mar. Para ello se han llegado a dar como posibles sedes la Casa del Bou, las Atarazanas y el Varadero, además de los Dokcs. No se ha llegado a concretar nada más.
En los actuales terrenos del Bioparc de Valencia y el parque de Cabecera se estudió instalar el Museo de la FIFA, pero no prosperó. Suerte similar siguió un centro del que no se llegó ni a dar ubicación, solo proyecto: el Museo de la Publicidad Valenciana. La idea era catalogar y proteger las muestras más relevantes que superaban los 20 años de antigüedad como los anuncios que se encuentran en Blanquerias, retablos cerámicos en los Poblados Marítimos e incluso el anuncio de Michelin que se encuentra dentro del parking de un supermercado en el Ensanche de Valencia.
El conocido hoy en día como Centre del Carme llegó a tener otro fin. Allí se quiso dar cabida al Museo del siglo XIX dentro del antiguo convento del Carmen y en el que se expondrían obras de artistas del 1800. Se quería abrir en 2003, pero al final se optó por acondicionar las salas existentes. Hoy en día su claustro del siglo XIII ha sido 'lienzo' de Pichiavo para su próxima exposición en las instalaciones.
El Palacio de Vallvert se eligió como lugar ideal para albergar el Museo de la Indumentaria. Situado en plena calle del Mar, contó con un presupuesto de rehabilitación cercano a los 2,5 millones de euros. Incluso iba a contar con una colección de fondos propios de más de 5.000 piezas, así como ser lugar para que los diseñadores valencianos pudiera celebrar desfiles con sus nuevas colecciones de temporada, pero el edificio señoral de 1855 quedó en el olvido pese a la maqueta virtual que se presentó con la reforma del arquitecto Vicente Guallart. Este proyecto no se hizo realidad, pero sí se restauró el Colegio Mayor del Arte de la Seda y allí se instaló el Museo de la Seda. Sin ser lo mismo, al menos la indumentaria valenciana y sus raíces tienen un lugar de reconocimiento.
El CaixaForum, que abrirá sus puerta del Ágora en 2020 también tiene antecedentes de proyectos sin concretar en otros puntos de la ciudad. Desde los Cines Capitol, pasando por los Docks de la Marina e incluso en la plaza Tetuán. La Ciudad de las Artes y de las Ciencias acogerá el nuevo centro artístico de Valencia.
El ejemplo del CaixaForum es de los pocos museos que Valencia sí ha visto (verá en su caso) hacerse realidad. Hoy en día encontramos en Bombas Gens un centro de arte que ha superado proyecto que alejaban bastante este recinto del uso que se le ha dado hoy en día. La antigua fábrica diseñada por Cayetano Borso di Carminati estuvo cerca de convertirse en un recinto con hotel, galería comercial y apartamentos. El arte pudo y hoy es una realidad.
Valencia imaginó con convertirse en centro de arte en diferentes aspectos. Casi surgió una pinacoteca por escenario artístico, pero la realidad es que la ciudad ha vivido en los últimos años una explosión de arte controlada que da y ofrece diferentes formas de disfrutar del trabajo de artistas profesionales. Valencia no tiene un museo del siglo XIX, tampoco ni del Mar ni del Mediterráneo, la FIFA no se decantó por la capital, pero tiene ahora otros centros de arte que año tras año aumentan en visitas.
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