«Han cambiado muchísimos comercios»

José Luis Segura compró el traspaso de la ferretería Delma, situada en pleno centro del barrio de Exposición, en 1964. «Acabé la mili y entonces tenía que trabajar en algo», cuenta. Actualmente, es propiedad de su hijo, pero acude a ayudar siempre que puede. Tras tantos años en el oficio, afirma que lo más importante que ha aprendido es a saber tratar con los clientes, muchos de ellos vecinos del barrio, pero no le ha costado hacerlo ya que «han sido personas muy buenas».

Aun con unos compradores habituales, este negocio también ha pasado por malos tragos, como la crisis de los años ochenta, durante la cual bajaron mucho las ventas. En la crisis actual, por un tiempo, ha pasado lo contrario: ha habido más ventas que antes de la crisis. Esto se debe a que las personas decidieron pintar o hacer arreglos en sus casas por sí mismas. Puesto que el aforo de la ferretería es de una persona, José Luis relata que «se formaban unas colas tremendas en la calle». Ahora, señala que las ventas han bajado, pero se siguen manteniendo en un buen nivel.

La ferretería Delma es de los pocos negocios tradicionales de la zona que quedan. Estos se concentran mayormente en la calle Micer Mascó, donde José Luis señala que «han cambiado muchísimos comercios». Mientras nuevas tiendas abren y cierran diariamente, la ferretería continuará abierta gracias a la demanda y el relevo generacional.

Quienes pasan el día entre las calles del barrio, como José Luis Segura, explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Exposición a través de sus testimonios

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