Exposición, el barrio de corazón modernista

El barrio de Exposición está situado al este del centro de la ciudad. Por el norte, limita con la avenida Blasco Ibáñez, al este con la calle Suecia, mientras que el oeste y el sud son flanqueados por jardines (los de Viveros y el cauce del río Turia, respectivamente). En pleno corazón de este barrio hay diversas muestras de patrimonio valenciano, como los jardines de Monforte, el edificio de Tabacalera o el palacio modernista de la Exposición de 1909.

Este vecindario también incluye parte del paseo de la Alameda, donde más cambios ha habido en los últimos años. Javier Richard cuenta que su abuelo, que abrió el bar La Pérgola en 1950, les contaba que «por la zona pasaban caballos» y no muy lejos del negocio estaba el Palacio Ripalda, un castillo de finales del siglo XIX derribado en 1967. Por su parte, ellos, como el barrio de Exposición, han mantenido su estética desde hace más de medio siglo.

También de mitad del siglo XX son algunos de los negocios de la principal vía comercial del vecindario, la calle Micer Mascó. «Esta es la mejor calle de Exposición», sostiene José Rodrigo, uno de los dueños del Ultramarinos Rodrigo, negocio abierto en 1960. Tan antiguos como ellos quedan pocos, pero durante la pandemia, los vecinos «se han volcado con el barrio» y han hecho más compras en comercios pequeños, tal y como observa Alba Oliete, dueña de la Mercería Bosque.

Este hecho se ha debido a que el teletrabajo permitía a los residentes de Exposición comprar por la zona, pero la vuelta a las oficinas está revertiendo esta tendencia. La afluencia de personas por la zona ha afectado también a otros negocios, como a la imprenta Encuadernaciones Universitas, que notó la pérdida de clientes universitarios cuando se abrieron más universidades en otras zonas. Uno de los socios, Paco Salas, afirma que esta bajada de ventas no les preocupó en exceso, pues «la imprenta es como el teatro: siempre está en crisis».

Otros cambios en la zona han sido las obras de metro de la parada Alameda, abierta en 1995 diseñada por Santiago Calatrava. «Estuvimos años de obras en el barrio pero todo el mundo aguantó con mucha paciencia», relata Esther Mortes, dueña de la escuela de danza Esther Mortes. Desde entonces, no ha habido grandes cambios en la zona, excepto por el relevo generacional. «Exposición está muy envejecido, pero parece que va viniendo gente nueva», declara Rafa Domenech, de la tienda de Reparació de Calçat Rafael Domenech.

A pesar de que el barrio se ha abierto al resto de Valencia gracias a puentes como el de la Exposición, se sigue conservando al cercanía entre residentes y comercios, según observa Mercedes Ruvira, propietaria de la librería Tam Tam. «Exposición es un barrio muy barrio: llegas a conocer a la gente de alrededor», argumenta. Las historias relatadas a continuación son la ventana hacia el pasado y presente de un barrio que mantiene su esencia y su comunidad.

Quienes pasan el día entre las calles del barrio explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Exposición a través de sus testimonios

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