«Ahora hay mucha más gente joven»

Salvatore Palmieri es dueño de la floristería Capriccio, abierta hace 26 años. Dio el salto de Italia a Valencia por amor, y desde entonces han pasado 27 años. «Vi que había mucho potencial en Valencia». Ha desarrollado su vocación durante estas últimas décadas bajo la premisa de que «si no disfrutas tu trabajo, es mejor dejarlo. Si no te gusta a ti, no va a gustarle al otro». No obstante, es realista: sabe que llevar un negocio requiere muchas horas y energía, por lo que tampoco aspira a la perfección en todo.

Tras un mes cerrado por el confinamiento, llegó el momentoque relanzó su negocio: el día de la madre. Ese día le llegaron 100 pedidos, por lo que se puso manos a la obra e hizo envíos a domicilio. «Y gracias a Dios, vendimos mucho», recuerda. Otra vía a través de la que han empezado a vender es a través de plataformas online, y esta presencia en la red le ha traído clientes que antes no lo habrían podido encontrar. «No pasas por este barrio con el coche, aquí tienes que venir aposta», argumenta.

Este vecindario ha comenzado a acoger estudiantes, que alquilan pisos en la zona. «Ahora hay mucha más gente joven, la gente de 45 años se ha ido», observa. Sin embargo, aunque algunos vecinos se hayan ido, siguen llegando nuevos residentes que enseguida se familiarizan con la floristería de Salvatore.

Quienes pasan el día entre las calles del barrio, como Salvatore Palmieri, explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Mestalla a través de sus testimonios

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