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paula moreno
Lunes, 23 de agosto 2021
Toni Esparza es peluquero y dueño de la peluquería Esparza, un negocio que lleva 31 años abierto. Pero la pasión por este mundo ya la tenía mucho antes, desde que era niño. «Mi trabajo es vocacional», afirma. Relata que es esta dedicación la que le ha hecho tener clientes no solo en la zona, sino en Madrid o Ibiza. «Tengo una clientela fija, que diría ya que son amigos», cuenta.
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Toda la experiencia acumulada no podría haberle preparado para el confinamiento, el cual define como el momento más duro al frente del negocio. Una vez volvió a abrir, las calles tardaron en volver a tener vida debido al cierre de los bares y cafeterías. Y aunque la vida haya vuelto a la normalidad en este barrio, algunos de sus clientes que antes acudían semanalmente han pasado a ir una vez al mes. «La gente tiene miedo de contagiarse o salir a la calle», explica.
Observa que en el vecindario se han dado muchos cambios, como la colocación de aceras donde antes solo había caminos de tierra. Pero es más notorio para él ha sido el aumento del número de vecinos. «Hay mucha más gente que cuando llegué», señala. En una zona con cada vez más población, a Toni no le faltarán clientes que busquen su experiencia y calidad.
Quienes pasan el día entre las calles del barrio, como Toni Esparza, explican los matices de una nueva realidad marcada por la pandemia. Lee en LAS PROVINCIAS qué sucede en el barrio de Mestalla a través de sus testimonios
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