Plena igualdad, empleo y sostenibilidad
OPINIÓN | SOMOS FUTURO ·
CLARA CASTELLÓ | PERIODISTA DE À PUNT. PRESENTADORA DE 'LES NOTÍCIES DEL MATÍ'
Domingo, 17 de abril 2022
La tribuna de Opinión de LAS PROVINCIAS se abre los lunes a firmas ilustres de otros medios de comunicación, que aportan su particular visión sobre el futuro de la Comunitat Valenciana. Este periódico refuerza así su apuesta por la pluralidad sin perder nunca de vista sus señas de identidad.
Los acontecimientos que estamos viviendo estas últimas semanas, tanto en el ámbito internacional, nacional como en el autonómico, me han recordado una de las máximas del filósofo y economista británico John Stuart Mill. Considerado uno de los mayores representante de la escuela económica clásica, Mill aseguraba que ningún problema económico tiene una solución puramente económica.
A finales del 2021 las personas expertas en economía ya apercibían que el aumento de los precios de la energía y de los combustibles lastrarían sectores como la industria y las exportaciones. Tres meses después, la invasión rusa de Ucrania no ha hecho más que reafirmar esta advertencia. Los precios del combustible se han disparado y han agravado problemas que venían acompañándonos en los últimos tiempos.
Este encarecimiento insostenible de la energía está haciendo temblar los bolsillos de los consumidores y ha llevado a sectores como el del transporte, la agricultura, la ganadería o la pesca a plantarse y salir a la calle. Paros y manifestaciones que, entre otras consecuencias, han puesto en riesgo el abastecimiento de productos en los supermercados. Como ha defendido el Gobierno español en Bruselas, en el plano energético es necesario desvincular el precio del gas del de la luz. Pero en paralelo considero que sería necesario reforzar, industrializar y modernizar el sector primario.
El gran anuncio de Volkswagen no debe hacernos olvidar los graves problemas que arrastramos
El president Puig ha reclamado al Gobierno central medidas concretas, específicas, para los sectores valencianos más afectados por la crisis energética y exige que se reconozca la singularidad de la industria de la Comunidad Valenciana. Medidas que deberían tener una incidencia especial en aquellos sectores con una fuerte dependencia del gas como son la industria cerámica, la del automóvil, el textil o el calzado. Veremos si lo negociado por Sánchez en Bruselas para tratar de reducir la factura energética tiene sus consecuencias aquí.
Este contexto ha puesto de nuevo encima de la mesa un debate que se viene planteando desde hace décadas y que la pandemia volvió a situar en un primer plano: la necesidad de transformar el modelo productivo valenciano. Apostar por una industria local, con valor añadido y un alto nivel tecnológico. Apostar por la relocalización de la industria. Producir aquí. Pero ¿tenemos recursos, espacio y capacidad suficiente para fabricar todo lo que necesitamos? Seguramente se podría conseguir con la colaboración de todos los agentes implicados. El pueblo valenciano tiene un marcado carácter emprendedor y ahora tiene una magnífica oportunidad para demostrarlo.
A este necesario proceso de reindustrialización contribuirá, sin ninguna duda, el anuncio hecho por la multinacional Volkswagen de instalar su planta de baterías en Sagunto. Un impulso económico para una ciudad, y para toda una comarca, que en los años 80 simbolizó la crudeza de la reconversión industrial de los Altos Hornos.
La originalidad del pueblo valenciano ha sabido ganarle la batalla al conformismo
Aun así, creo que este gran anuncio no debería cegarnos. No podemos olvidar que seguimos sin tener la financiación que nos corresponde, que el paro continúa por encima de la media europea y que la pobreza se ha disparado desde que empezó la pandemia. Tampoco debemos dejar de lado que habrá que valorar los costes medioambientales que puedan tener este proyecto y otros, como el de la polémica ampliación del puerto de Valencia, que enfrenta a los socios del Botànic. Necesitamos crear puestos de trabajo, sí; pero no a cualquier precio. El futuro de la Comunidad Valenciana pasa por crear empleo, pero también por la sostenibilidad a la hora de crearlo.
Dicho esto, no quiero cerrar esta oportunidad que me brinda LAS PROVINCIAS para mostrar mi visión sobre el futuro de la Comunitat Valenciana sin mencionar cuestiones que nos distinguen como pueblo. Aspectos como la creatividad, la igualdad o la solidaridad. Justo es elogiar la ayuda que las valencianas y los valencianos están ofreciendo a los refugiados por la guerra de Ucrania. Gran generosidad, que han demostrado en otras ocasiones, como grande es el potencial que aquí tenemos. La originalidad del pueblo valenciano ha sabido ganarle la batalla al conformismo. De hecho, el talento, nuestra faceta más artística y la madurez que en materia de diseño hemos demostrado tener, ha llevado a la ciudad de Valencia a ostentar este año la capitalidad mundial del diseño. Un hito que dejará, a buen seguro, una huella positiva.
Recupero para terminar al filósofo y economista John Stuart Mill para resaltar el papel de su mujer, la feminista Harriet Taylor. Ya en el siglo XIX, Taylor apostaba por defender el acceso al mercado de trabajo de las mujeres en condiciones de igualdad con los varones y hablaba de la educación como el camino hacia la emancipación. Doscientos años después, aún tenemos que demostrar que determinadas costumbres y tradiciones nos asfixian, que necesitamos desprendernos de ellas. El futuro de la Comunidad Valenciana pasa también por conseguir la plena igualdad.
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