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Decía el poeta Francisco Brines el pasado lunes a este diario que el hecho de haber sido el primer escritor valenciano que ha logrado el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras hispanas, era una casualidad. «Todos lo merecen», aseguraba de forma entrañable el autor de 'Las brasas', un poemario del que se han cumplido 60 años. Pero no fue coincidencia que Brines, de 88 años y nacido en Oliva, fuera reconocido como uno de los poetas imprescindibles de la lengua castellana. Era el eterno candidato y ya está laureado con un premio que corona su trayectoria. El Cervantes es, además, un broche de oro a unas semanas en las que la excelencia de los profesionales de la Comunitat ha sido reconocida con hasta ocho Premios Nacionales, otorgados tanto por el Ministerio de Cultura como por el de Ciencia e Innovación.
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La primera en abrir el podio fue la escritora alicantina Elia Barceló (Alicante, 1957), que fue galardonada con el premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil el 13 de octubre por su obra 'El efecto Frankenstein'. Dotado con 20.000 euros, reconoce una obra que «cuenta con un importante trabajo de documentación histórica que muestra la evolución del rol de la mujer desde hace 200 años», aseguró el jurado, quien también destacó «su prosa fluida y madura, su trama perfectamente encajada hasta el final, y unos personajes que evolucionan a lo largo de la historia y están dotados de una profundidad que los hace creíbles». Barceló lo agradeció asegurando que «una civilización sin cultura no va a ninguna parte».
De la galardonada escritura de Barceló, la Comunitat pasó a ser reconocida por el sonido de los valencianos Spanish Brass, quienes recibieron el Premio Nacional de Música en la modalidad de interpretación apenas un día después que la autora alicantina. «Es un reconocimiento a 31 años de trabajo, al metal y a las bandas», aseguraba Inda Bonet, uno de los componentes de la formación, tras conocer que el jurado les había señalado como vencedores en esa modalidad por «por su dilatada trayectoria consolidada en más de 30 años de profesión como uno de los quintetos de metales más versátiles y relevantes del panorama nacional e internacional». Con más de una veintena de discos a sus espaldas, el quinteto de música de cámara formado por Bonet junto a Carlos Benetó, Juanjo Serna, Manuel Pérez y Sergio Finca recogieron los frutos de una trayectoria en la que han colaborado con artistas de la talla de Chano Domínguez, Albert Guinovart, Christian Lindberg o Carles Dénia, entre otros.
Pero en este recorrido por el medallero cultural, hay un día importante: el 3 de noviembre. El Ministerio de Ciencia e Innovación, en este caso responsable de los galardones de Diseño, distinguió en 24 horas a tres profesionales y empresas de la Comunitat. Un hito que puso de relieve la calidad de las propuestas del valenciano Pepe Gimeno, un diseñador que se llevó el galardón en la modalidad de Profesionales y el de las empresa Luziferlamps, fundada por Mariví Calvo y Sandro Tothill, y Seipasa S. L., que fueron reconocidos en la categoría de Empresa y de Innovación Pequeña y Mediana Empresa, respectivamente.
Para Gimeno, cuya creatividad es tan reconocible gracias a sus diseños de la palmera de la marca turística Comunitat Valenciana, el logo de Les Corts o la EMT y otros diseños que van desde cremas de manos, botellas de vino a campañas publicitarias y proyectos para exposiciones en museos, el reconocimiento lleva implícito «un estímulo para seguir trabajando con la misma ilusión y dedicación» que ha mostrado siempre. El jurado dijo de él que ha sido «uno de los primeros y más importantes embajadores del diseño español en el mundo, a través de una trayectoria brillante basada en la excelencia y el rigor de pensamiento creativo». No ahorraron palabras para poner en valor una carrera que ejemplifica «el diálogo permanente entre el diseño y las artes plásticas desde una perspectiva sostenible».
Tras Gimeno, llegó el galardón a Luziferlamps, una empresa de lámparas de la localidad de Chiva que trabaja apostando por «una revisión de la tradición». Mariví Calvo y Sandro Tothill celebraron un reconocimiento que premia a su trabajo con madera, aunque recientemente han incorporado también el vidrio soplado. Seipasa, por su parte, -una firma con sede en l'Alcúdia- fue señalada por los expertos por haber generado un negocio basado en «la tecnología natural para desarrollar soluciones eficaces para la agricultura a partir de la innovación e investigación aplicadas a principios de origen botánico y microbiológico».
Indiscutible para los amantes de la pintura fue el Premio Nacional de Artes Plásticas que José María Yturralde ha obtenido del Ministerio de Cultura. Aunque nacido en Cuenca, el artista no sólo vive y trabaja en Valencia desde hace años, sino que impulsó el Departamento de Pintura de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). «Siempre he tratado de aportar nuevas ideas. Cuando echo la vista atrás reconozco el pasado y me sirve para evitar errores», decía un creador que, según el jurado, «con un alto nivel de experimentalidad, que ha conectado arte y ciencia, y en la que destaca su labor de investigación espacial y formal y su tarea docente en el campo de la investigación de los parámetros matemáticos, junto a los artísticos».
La alicantina Ana Teresa Ortega también celebró su Premio Nacional de Fotografía «muy contenta porque que este reconocimiento va a dar más visibilidad a mi obra». Sus palabras se pronunciaban después de que, hace algo más de una semana, se reconociera su contribución a un campo en el que Ortega entiende la fotografía «como herramienta de construcción de la memoria e historia colectivas».
A todos ellos se sumó el investigador José Capmany, quien recibió el Premio Nacional de Investigación 2020 por su contribución en el campo de la ingeniería fotónica, del que es un referente internacional.
Con todo ello, el reciente galardón a Francisco Brines ha copado el podio de los galardones más significativos de la Cultura en España, en la que la Comunitat acapara un buen puñado de reconocimientos. Y no era fácil. Porque en este atípico año para la cultura, los Premios Nacionales han seguido galardonando a profesionales como la directora Isabel Coixet (Cine); al escritor Luis Mateo Díez (Letras españolas); al pianista Chano Domínguez (Músicas Actuales) o al novelista Juan Bonilla (Narrativa).
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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