Paola y Lucía Dominguín están muy unidas. LP

En la diana: Lucía y Paola Dominguín

Lucía y Paola Dominguín viven juntas en el campo en Vilamarxant, cerca del diseñador Francis Montesinos, de quien fue musa la exmodelo, y de la expareja de su hermano Miguel, Nacho Palau

Sábado, 20 de marzo 2021, 14:23

Cuando era pequeña Lucía le decía a Picasso, con quien pasaba la familia Dominguín Bosé los veranos en la Costa Azul, que sus monigotes eran horribles y que él no sabía dibujar. Tenía ya entonces un fuerte carácter y una feroz determinación la mediana del clan, que nació solo un año después que su hermano mayor, Miguel Bosé, y tres antes que Paola, la pequeña de los hijos del torero y la actriz. Y aunque la sombra del éxito del cantante, su controvertida personalidad, siempre ha sobrevolado a la familia, lo cierto es que se trata de un matriarcado donde las mujeres han ejercido, y siguen ejerciendo, un papel protagónico.

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Lucía y Paola han vivido vidas muy distintas desde que sus destinos como hermanas se separaron y formaron sus propias familias, pero en la madurez han vuelto a juntar sus caminos y ahora viven en Vilamarxant, ejerciendo de 'mammas' como lo hizo su propia madre, Lucía Bosé, tanto tiempo, hasta que murió hace ahora un año. En Vilamarxant viven una junta a la otra, y reciben en su casa a sus hijos, a sus amigos, mientras se dedican a cultivar un huerto, a pintar, a reciclar, aparecen con sus gorros de flores... Es lo que buscaban, y así se lo contaron a Mercedes Milá, que grabó un programa en su casa, y a la que hicieron encalar la fachada y trabajar en el huerto. «Me gusta mi hermana como pareja», dijo Paola en una entrevista en El Mundo, que ha dejado de tintarse el pelo y parece darle ya poca importancia a la imagen de la que tanto tiempo vivió.

Está claro que han heredado la vena creativa que sus padres y una infancia rodeada de artistas les inculcaron. Han emprendido negocios, han sido diseñadoras, han triunfado y también se han hundido económicamente... Ahora viven de forma muy austera, y salen a los medios de comunicación por necesidad, como hizo hace poco Lucía en Sálvame o en el concurso MasterChef Celebrity, donde coincidió con su sobrino Nicolás.

¿Por qué es noticia?

Paola y Lucía Dominguín Bosé, que perdieron a su madre hace un año, intentan mantener la privacidad en su vida diaria, medio escondidas en el campo en Vilamarxant. Lucía ha participado en varios programas de televisión después de un tiempo de duelo, tras la muerte de su hija Bimba Bosé.

Pero es que nacer con unos apellidos como Dominguín y Bosé no es sinónimo de estrella perpetua. Tampoco en el amor. Lucía Dominguín se enamoró y se casó con diecisiete años de un ingeniero italiano, Alessandro Salvatore, vivió con él en Roma, en México, se divorció, estuvo sin ver a sus hijos un año y medio hasta que recuperó la custodia de Bimba y Olfo. Volvió a España, se casó con Carlos Tristancho, tuvo dos hijas más, Jara y Lucía, se instaló en Extremadura, abrieron un hotel rural, se arruinaron y se divorciaron. Pero, sobre todo, Lucía perdió hace cuatro años a su hija Bimba. Solo tenía 41 años y se fue sin que nadie, ni su propia familia, supiera del estado terminal de la artista, que también heredó ese gen creativo que ahora se ha posado con muchísima fuerza en la cuarta generación, Dora Postigo, la hija de Bimba.

Pero, ¿cómo llegaron las dos hermanas a vivir en Valencia? Paola Dominguín fue durante años musa de Francis Montesinos, nuestro diseñador más internacional. La que cerraba los desfiles, la persona con la que creó un tándem, como años después hizo Bimba Bosé con David Delfín, que murió de cáncer pocos meses después de hacerlo Bimba. El propio Francis vive en una casa en Llíria, y Paola quiso desconectar hace unos años del ruido de Madrid en Valencia. Y, casualidades de la vida, tampoco están muy lejos de la expareja de su hermano Miguel, Nacho Palau, a quien visitan de vez en cuando para ver a quienes consideran sus sobrinos.

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Muy distinta es su vida actual a la que Paola tuvo de joven, que triunfó casi al mismo nivel que su hermano mayor y que se retiró de la vida pública hace años. Su vida sentimental también ha sido azarosa: el marido de Paola, de quien se separó en 2009, era Manuel Villalta, un compositor de música de series con quien estuvo casado catorce años y tuvo una hija, Alma, que es maquilladora profesional. Paola contaba el alivio que había sentido al ver que no se inclinaba por la interpretación, porque sabe qué es esperar a que suene el teléfono. La exmodelo tiene otro hijo, Nicolás, nacido de la relación que tuvo con José Coronado, que sí ha elegido el mundo de la interpretación. Nicolás y Paola se conocieron en el rodaje de una película, 'Brumal'. Fueron una de las parejas más atractivas del momento, y cuentan que quemaban Madrid cada vez que salían. La pareja se separó y se supo de las infidelidades. «Lloré lo que no estaba escrito como cualquier mujer engañada. Lo he pasado muy mal», decía hace unos años en Sálvame. Con el tiempo se convirtieron en buenos amigos y decía de él que es buena persona y mala pareja. Pero ella entendió todo; Lucía Bosé les inculcó libertad, que tenían que volar. Y vaya si lo han hecho. Luis Miguel Dominguín les dejó otra herencia: Paola cree que se enamoró de José Coronado porque era un conquistador como su padre. «Es lo que había visto en casa».

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