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Venta. Un trabajador vierte hielo sobre el pescado en la lonja de El Palmar. Juanjo Monzó
El declive pesquero de la Albufera

El declive pesquero de la Albufera

La actividad más ancestral. Faenar en el lago entró en decadencia con la crisis ecológica de los años 70 y sigue languideciendo con un espectacular descenso de las capturas | Muy pocas familias pueden vivir de una práctica que permitió los primeros asentamientos en las riberas de la laguna

JUAN SANCHIS

valencia

Martes, 24 de diciembre 2019

La pesca es la actividad históricamente más vinculada a la Albufera. Pero de ser la base económica de los pobladores de la laguna ha evolucionado a una práctica casi residual y que apenas permite vivir a un puñado de familia. Como relata José Caballer, presidente de la Comunidad de Pescadores de El Palmar, la mayor parte de lo que faenan tienen otros trabajos para completar el salario.

Unos pocos datos bastan para hacerse idea. A mediados del siglo pasado, cuando el desastre ecológico todavía no había alcanzado su clímax, se pescaban unos 100.000 kilos de anguilas y llobarros (lubinas) al año. Ahora el año es bueno si se alcanzan los 3.500 y 500 kilos, respectivamente.

Al tener lonja propia, El Palmar se puede considerar un privilegiado. Según Caballer, esta instalación le ha dado ventaja sobre otros municipios del lago. Pero aún así de los 400 socios que tiene la cofradía sólo unos 160 salen a pescar al lago. Muchos son ya jubilados y cuesta que haya un relevo generacional. El presidente de los pescadores resalta que la mayor parte de los que faenan lo compatibilizan con otra actividad.

El declive de la pesca en el lago ha tenido mucho que ver con el desastre ecológico que sufrió la Albufera. Caballer afirma que todavía sufren las consecuencias y coincide con otros expertos en el que principal problema al que se enfrentan es a la escasa cantidad y calidad del agua que entra en el lago.

Muy pocas familias pueden vivir de una práctica que permitió los primeros asentamientos en las riberas de la laguna

Otro de los hándicaps a los que se enfrentan los pescadores es a la escasa profundidad de la laguna por la acumulación de sedimentos. En este sentido, el presidente de los pescadores de El Palmar es un firme partidario del dragado.

La anguila sigue siendo el producto más conocido del lago. Pero ya no es el rey. Otras especies, como la gamba de la Albufera de la que se extraían miles de kilos, ha desaparecido y han sido sustituidas por otras de nuevo cuño como el cangrejo azul.

La gamba ha desaparecido y casi no se capturan fartets y samarucs

Todavía es relativamente abundante la pesca de la llisa y el yobarro. También se encuentra percas y, en cambio, prácticamente han desaparecido especies tan típicas del lago como el samaruc, fartet, rabosa o la rana.

Como muestra de su raigambre, muchas de las artes que utilizan los pescadores se conservan desde tiempo inmemorial. Quizá una de las prácticas más conocidas es el sorteo de los 'redolins' que tiene lugar cada segundo domingo de julio. Su origen se remonta a la Valencia feudal y por este procedimiento se reparten los puestos de pesca. «No hay uno mejor que otro. Todo depende de la climatología que hace que los peces se muevan a uno u otro lado del lago», señaló Caballer.

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