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Saber leer el futuro

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OPINIÓN | SOMOS FUTURO ·

Hay dos escenarios que marcarán nuestro devenir como sociedad: la cuarta revolución industrial y el cambio climático

NOA DE LA TORRE, PERIODISTA DE EL MUNDO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

Lunes, 16 de mayo 2022, 00:00

La tribuna de Opinión de LAS PROVINCIAS se abre los lunes a firmas ilustres de otros medios de comunicación, que aportan su particular visión sobre el futuro de la Comunitat Valenciana. Este periódico refuerza así su apuesta por la pluralidad sin perder nunca de vista sus señas de identidad.

Hace ahora una década estábamos pagando las consecuencias de no haber sabido, unos años antes, leer el momento, el cambio de época que se avecinaba. Hay quien podrá argumentar que, en realidad, nadie ni nada presagió el alud que en 2008 estaba a punto de acabar con prácticamente todo en forma de crisis económica y financiera. Es cierto. Pero no lo es menos que, en nuestro caso, como sociedad valenciana, pagamos aquella miopía con un precio más que elevado. Solo por poner un ejemplo: la burbuja inmobiliaria nos explotó en la cara, con tal virulencia y de una manera tan salvaje que se llevó por delante hasta nuestro sistema financiero.

Entonces no supimos leer el momento. O no quisimos, porque parece obvio que toda burbuja acaba estallando. Y no es una cuestión de que lo hiciese antes de tiempo y nos pillase con el pie cambiado. Es que como sociedad no pensábamos siquiera que el pinchazo pudiese llegar. Pero llegó. La enseñanza de aquello ya no es únicamente evitar fiarlo todo al boom del ladrillo. La principal lección que podemos extraer tiene que ver con la importancia de saber interpretar cuándo estamos ante un cambio de ciclo.

En la actualidad, hay dos escenarios que marcarán nuestro devenir como sociedad: la cuarta revolución industrial y el cambio climático. Dos fenómenos de alcance global, pero cuyo impacto será local. Es más, la Comunidad Valenciana tiene unas características particulares que convendría tener en cuenta si no queremos volver a naufragar. Es hora de mirarnos a nosotros mismos con espíritu verdaderamente crítico. Ya saben, más allá de buscar enemigos externos para reafirmarnos, de culpar a otros por negarnos el supuesto lugar que merecemos o de vanagloriarnos por ser el centro de algo. Se trata de ser conscientes de nuestras debilidades para reaccionar.

La Comunidad Valenciana ha tenido una tasa de abandono educativo temprano superior a la media

Si algo parece claro en el escenario de la llamada Industria 4.0 es que la automatización destruirá millones de empleos en todo el mundo. Al mismo tiempo, creará otros nuevos -lo estamos viendo ya-, aunque más especializados. Grandes bolsas de población serán expulsadas del mercado laboral si no logran reciclarse. Efectivamente, la formación es clave. En este punto, no hay que olvidar que la Comunidad Valenciana ha tenido tradicionalmente una tasa de abandono educativo temprano superior a la media. Con la construcción en su punto álgido, era difícil para los jóvenes permanecer en un pupitre cuando subidos a un andamio podían ganar bastante dinero. La crisis comenzó paradójicamente a corregir esta perversión. Es fácil deducir por qué la educación debe ser una prioridad.

El economista Thomas Piketty aborda en su libro Capital e ideología la relación entre educación, desigualdad social y crecimiento económico. Es muy interesante observar cómo el liderazgo educativo estadounidense frente a Europa condiciona a su favor la balanza de la economía desde finales del siglo XIX hasta la mitad del XX. Según Piketty, Estados Unidos se adelantó en la matriculación universal en la enseñanza primaria y secundaria, lo que explica en parte la brecha de productividad con las potencias europeas o su éxito en la segunda revolución industrial.

Los norteamericanos entendieron que la capacitación de su fuerza laboral entrañaba todo un desafío educativo. No en vano, con la segunda revolución industrial se hizo necesario que la mano de obra estuviese alfabetizada para saber manejar máquinas. Fue así como Estados Unidos se impuso a Reino Unido o Francia en los nuevos sectores industriales.

El aumento de las olas de calor convertirá esta zona en insoportable para muchos turistas

El cambio climático no es un reto menor para la Comunidad Valenciana, ya que el turismo será la actividad económica más expuesta a sus efectos. De entrada, la pandemia ya nos ha mostrado las consecuencias económicas brutales de quedarnos sin turismo. En palabras del geógrafo Jorge Olcina, el Mediterráneo se convertirá además en el «laboratorio mundial» para experimentar las consecuencias del calentamiento global: fenómenos extremos como la DANA, aumento de temperaturas, sequías alternadas con lluvias torrenciales...

El modelo de sol y playa está seriamente amenazado. La razón es simple: el aumento de las olas de calor y de las noches tropicales convertirán esta zona en insoportable para muchos turistas. ¿Exageración? Ciudades desérticas como Las Vegas o Dubai pueden ser paseadas sin casi pisar la calle, cruzando pasarelas con aire acondicionado que conectan hoteles y edificios a salvo del calor sofocante.

¿Estamos preparados? Leamos el futuro.

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